China, a 1 de julio del 2025.- La subvariante NB.1.8.1 del SARS-CoV-2, apodada “nimbus”, comienza a preocupar a autoridades sanitarias de todo el mundo debido a su rápida propagación y a la aparición de un síntoma distintivo: un dolor de garganta descrito por pacientes como “lacerante” o “incapacitante”.
Esta subvariante desciende de ómicron —la misma que ha marcado la pauta de la pandemia en los últimos años—, y aunque comparte síntomas comunes como fiebre, fatiga, congestión nasal, náuseas, vómitos y diarrea, el dolor de garganta severo ha sido un rasgo diferencial entre quienes contraen nimbus.
Los primeros casos fueron detectados en China a principios de 2025, y desde entonces su avance ha sido acelerado. Se volvió dominante en países asiáticos como Singapur y Bangladesh, y ya tiene presencia en regiones del Mediterráneo oriental, el sudeste asiático y el Pacífico occidental. Hoy, nimbus circula también en Europa, Estados Unidos, Canadá y algunos países de América Latina.
En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informaron que los casos atribuibles a esta subvariante pasaron del 5 % al 33 % en apenas un mes, lo que evidencia su alta capacidad de transmisión. Canadá también confirmó su circulación activa, aunque sin aumento alarmante en hospitalizaciones o muertes. La situación es distinta en Bangladesh, donde se han registrado fallecimientos vinculados con la subvariante, particularmente en comunidades con servicios médicos limitados.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) clasificó a nimbus como una Variante Bajo Monitoreo (VUM), al identificar dos mutaciones clave en la proteína de la espícula —la estructura que permite al virus ingresar a las células humanas—, lo que facilita su propagación y dificulta el trabajo de los anticuerpos generados por infecciones previas o por la vacunación.
Hasta el momento, nimbus no ha sido clasificada como Variante de Preocupación por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero su evolución está siendo seguida de cerca por epidemiólogos, virólogos y organismos internacionales.
Ante este nuevo escenario, especialistas llaman a no bajar la guardia. A pesar de que muchos países han relajado las medidas sanitarias y las campañas de vacunación han perdido impulso, los expertos recuerdan que el virus continúa mutando. La vigilancia genómica, la actualización de vacunas y la responsabilidad colectiva siguen siendo esenciales para evitar un nuevo repunte global de COVID-19.
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