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Tensión al rojo vivo en Palacio: Rocío Nahle estalla contra Esteban Bautista por sus declaraciones "imprudentes"

Veracruz,
a 9 de junio del 2025.- La calma en Morena Veracruz se rompió de tajo. Esteban Bautista Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Congreso local, desató la furia de la gobernadora Rocío Nahle tras lanzar una serie de declaraciones consideradas por muchos en el círculo cercano al poder como “imprudentes, fuera de lugar y arrogantes”.

El detonante: un desayuno con periodistas donde el legislador se soltó con propuestas de corte autocrítico para el partido guinda, sugiriendo incluso una reestructura interna, convocar a asambleas públicas para elegir candidatos, evaluar los errores electorales, y contratar encuestadoras de mayor prestigio.

“Si yo fuera dirigente…”, se atrevió a decir Bautista, en un claro desliz verbal que cayó como una bomba en Palacio de Gobierno.

La frase que retumba en los pasillos del poder no es nueva, pero cobra vigencia con fuerza: “A la Gobernadora no se le rebasa ni en carretera”. Y Esteban Bautista, al parecer, lleva rato pisando el acelerador, jugando a ser más líder de lo que le toca, y lanzando mensajes que ni el más osado de los morenistas se atrevería a pronunciar.

Fuentes confiables revelaron que la gobernadora Rocío Nahle está más que molesta. Las declaraciones del diputado no solo fueron vistas como una falta de respeto, sino como una abierta provocación a su liderazgo. Se habla incluso de que su cargo al frente de la JUCOPO pende de un hilo, junto con el de su vocero personal, Esaú Valencia, acusado por morenistas de operar campañas sucias contra aliados de la mandataria.

Valencia, compadre del expriista Héctor Yunes Landa, ha sido señalado por miembros del partido como el artífice de las guerras internas, y su cercanía con Bautista complica aún más el panorama del legislador.

Dentro de la 4T veracruzana, el mensaje fue claro: no hay espacio para protagonismos fuera de línea. Y menos cuando provienen de alguien que, en su propio distrito, perdió todo en las pasadas elecciones. La credibilidad política de Bautista está en duda, y sus constantes discursos de “luchador social” o “hombre de izquierda radical” ya no convencen ni al ala más radical del partido.

“Una metida de pata más, una campaña negra más, una declaración desafortunada más… y ambos se van”, afirmó una fuente cercana al gabinete estatal.

Este episodio deja al descubierto la frágil unidad interna del partido en el estado, pero también reafirma lo que muchos ya sabían: Rocío Nahle no comparte el control del partido con nadie. Las decisiones se toman desde Palacio, y cualquier intento de autonombrarse interlocutor o líder moral fuera del guion será castigado sin contemplaciones.

Así, el futuro político de Esteban Bautista está en la cuerda floja. Solo él decidirá si baja el tono y se alinea… o si insiste en jugar a la disidencia dentro del movimiento que, por ahora, tiene dueña y línea clara.

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