Fraude y autoritarismo en Jilotepec: acusan imposición política en comité de salud
Jilotepec, Ver., a 28 de junio del 2025.- La confianza ciudadana se ha quebrado. En lo que debía ser un ejercicio democrático para garantizar el bienestar de las comunidades, hoy Jilotepec vive una crisis de legitimidad y enojo colectivo. Pobladores de este municipio y sus comunidades acusan un fraude descarado y una evidente falta de transparencia en la instalación del Comité del Consejo Nacional de Salud para el Bienestar (CONSABI).
La cancelación repentina de la segunda asamblea comunitaria, ordenada por Adali Fragoso Martínez, directora regional de los Programas para el Bienestar, encendió la chispa de la indignación. Para muchos, no se trató de una suspensión por motivos administrativos, sino de una maniobra política calculada para frenar la libre elección y forzar la imposición de una persona afín a Morena en un cargo estratégico: la tesorería del comité.
“Están jugando con nuestra salud y con nuestra dignidad. No vamos a permitir que se pisotee la voluntad del pueblo para beneficiar intereses de partido”, señalaron ciudadanos durante una reunión improvisada tras la cancelación.
Los habitantes denuncian que hay una intención clara de manipular el proceso desde las oficinas regionales, lo que representa una traición al principio de participación comunitaria que promueve el propio gobierno federal. El enojo crece, no solo por la forma en que se impide la elección libre, sino por la sensación de que los recursos destinados a la salud podrían terminar en manos equivocadas.
“No más imposiciones disfrazadas de democracia. La salud no tiene partido, tiene urgencias”, dicen los inconformes, que han comenzado a movilizarse para exigir la reposición inmediata del proceso bajo vigilancia ciudadana.
El caso de Jilotepec no es un hecho aislado, sino un reflejo de lo que puede ocurrir cuando los programas sociales se politizan, cuando se priorizan cuotas partidistas por encima de las necesidades de la gente.
“Nos piden confiar en las instituciones, pero cuando alzamos la voz nos cancelan las asambleas. ¿Así quieren que creamos en el bienestar?”, cuestiona una de las ciudadanas que participó en la asamblea anterior.
La comunidad ha lanzado un llamado urgente: que las autoridades estatales y federales actúen con responsabilidad y detengan este atropello. Exigen transparencia, respeto a la voluntad popular y una revisión a fondo de lo que está ocurriendo en los procesos de organización social ligados a los programas federales.
Jilotepec está de pie, y no piensa callar.
Mientras tanto, el pueblo se organiza y vigila. Porque en un país donde la salud aún es una deuda pendiente, la justicia también se construye desde abajo.
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