Vesak: el día sagrado que ilumina el alma de millones de budistas en Asia y el mundo
Tíbet, a 25 de mayo del 2025.- En la noche de luna llena de mayo, cuando el cielo se abre en su forma más serena, millones de budistas de todo el sudeste asiático se reúnen para conmemorar uno de los días más sagrados del calendario espiritual: el Vesak, una festividad que trasciende el tiempo y conecta a la humanidad con un mensaje de paz, compasión y sabiduría.
El Vesak no es un día cualquiera. Según las enseñanzas budistas, en esta fecha nació, alcanzó la iluminación y falleció Siddhartha Gautama, el Buda, hace más de 2,500 años. Este triple acontecimiento, cargado de significado espiritual, es celebrado con profunda devoción, humildad y alegría.
Desde 1999, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce oficialmente el Vesak como una fecha universal que aporta a la humanidad valores fundamentales como la compasión, la no violencia y el servicio desinteresado.
“Para los budistas de todo el mundo, el Vesak es un día pleno de felicidad”, afirma la ONU en sus declaraciones oficiales, recordando que este momento invita a reflexionar sobre la importancia de vivir con generosidad, integridad y amor al prójimo.
Uno de los lugares donde esta celebración alcanza su máxima expresión es el majestuoso templo de Borobudur, en Indonesia, el santuario budista más grande del mundo. Allí, miles de personas se congregan cada año para rendir homenaje al Buda con oraciones, cantos, meditaciones y ofrendas que llenan de luz y espiritualidad cada rincón de la antigua construcción del siglo IX.
En esta ceremonia mística, los fieles encienden lámparas de papel que elevan hacia el cielo, simbolizando el ascenso de la conciencia, la purificación del alma y la esperanza por un mundo más justo y compasivo.
Borobudur, que estuvo sepultado durante siglos bajo cenizas volcánicas y selva espesa, fue redescubierto en el siglo XIX y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco tras un minucioso trabajo de restauración. Antes de la pandemia, este templo recibía a más de 20 mil devotos durante el Vesak, provenientes de diversas partes del planeta.
Más allá de la solemnidad religiosa, el Vesak es un llamado a reconectar con lo esencial: la bondad, la compasión y la paz interior. Es una invitación a iluminar el mundo, no desde la grandilocuencia, sino desde los pequeños actos de servicio a los demás.
En un mundo herido por el conflicto, la desigualdad y la indiferencia, el mensaje del Vesak resuena con más fuerza que nunca: “Sé la luz que disipe la oscuridad del sufrimiento humano.”
“Miles de lámparas pueden encenderse a partir de una sola sin que su vida se acorte. Así también, la felicidad nunca disminuye al ser compartida.” — Buda
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