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“No me voy a callar”: Alcaldesa de Colipa denuncia persecución con tintes políticos y exige justicia

Colipa, Ver.,
a 22 de mayo del 2025.- En un mensaje que sacudió las redes sociales y encendió las alarmas políticas en la región, Gabriela Ortega Molina, presidenta municipal de Colipa, denunció públicamente haber sido víctima de un acto de persecución e intimidación mientras realizaba una visita personal a una comunidad del municipio, la noche de este miércoles.

La alcaldesa compartió su testimonio a través de su cuenta oficial de Facebook, donde detalló que fue perseguida, acorralada y amenazada sin motivo aparente, tras asistir a una comida con una familia local. Ortega Molina no titubeó en señalar que este ataque tuvo claros tintes políticos.

“Me cerraron el paso solo para armar un teatro absurdo por política”, escribió con firmeza.

La edil fue enfática al denunciar que esta agresión no solo vulnera su libertad como ciudadana, sino que envía un mensaje de miedo a cualquier mujer que quiera ejercer su derecho a transitar libremente:

“Somos un país libre, tengo derecho como ciudadana a salir a donde yo quiera… Ninguna mujer tiene que sentirse insegura, ni transitar con miedo. Nadie tiene el derecho de hacerle a alguien lo que me hicieron a mí el día de hoy”.

Con estas palabras, la alcaldesa rompió el silencio que, según admitió, ha guardado durante mucho tiempo frente a ofensas, humillaciones y señalamientos constantes. Esta vez, aseguró, no se quedará callada.

“Siempre he callado, pero esta vez no será la ocasión”, sentenció, marcando un cambio de postura firme ante el acoso reiterado.

En medio de un escenario político cada vez más polarizado, este episodio evidencia el creciente clima de violencia política, especialmente contra mujeres que ejercen cargos públicos. La respuesta ciudadana no se hizo esperar: cientos de personas se han pronunciado en redes sociales exigiendo una investigación clara y sanciones a los responsables.

Ortega Molina anunció que tomará acciones legales, no solo por su seguridad, sino en defensa de la dignidad y los derechos de las mujeres que participan en la vida pública.

Este hecho no puede tomarse a la ligera. Lo sucedido a la alcaldesa es un reflejo de la violencia política de género que muchas mujeres enfrentan en el ejercicio de sus funciones, y exige una respuesta contundente de las autoridades estatales y federales.

Antes de concluir su mensaje, la presidenta municipal envió un llamado a la paz, pero también dejó claro que no permitirá más agresiones:

“Dios me los bendiga siempre”, escribió, reafirmando que actuará conforme a la ley y no se dejará intimidar.

Este episodio debe servir como un punto de inflexión. En una sociedad que exige democracia, respeto y equidad, la violencia política —especialmente la que se dirige a las mujeres— no tiene cabida. Hoy más que nunca, es urgente garantizar condiciones de seguridad, libertad y justicia para quienes gobiernan desde lo local, sin importar su filiación o ideología.

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