Indignación y confusión por deportación de mexicano a Sudán del Sur junto a criminales violentos
Estados Unidos, a 22 de mayo del 2025.- En una decisión que ha generado polémica y desconcierto, el gobierno de Estados Unidos deportó a Jesús Muñoz Gutiérrez, un ciudadano mexicano, a Sudán del Sur, junto con ocho hombres más acusados de delitos violentos, como parte de una operación migratoria de alto perfil desde Texas.
El caso ha despertado preocupación por el destino incierto de los deportados y por las condiciones legales en que fue llevado a cabo el traslado, especialmente en el caso de Muñoz, cuya nacionalidad y antecedentes difieren de los del grupo con el que fue deportado.
Durante una conferencia de prensa, Tricia McLaughlin, subsecretaria de Relaciones Públicas del Departamento de Seguridad Interna (DHS), defendió la operación, señalando que se trataba de “algunos de los individuos más bárbaros y violentos ilegalmente en Estados Unidos”.
“Ningún país quería aceptarlos porque sus crímenes son únicos, monstruosos y bárbaros”, sentenció McLaughlin.
A pesar de ello, Sudán del Sur no ha confirmado oficialmente si permitirá su ingreso, y funcionarios estadounidenses admitieron que los deportados permanecen bajo custodia en una zona no revelada.
Jesús Muñoz Gutiérrez fue arrestado por autoridades migratorias el 12 de mayo de este año. Las autoridades estadounidenses informaron que enfrenta una condena de cadena perpetua por asesinato en segundo grado, aunque no han aclarado si el crimen fue cometido en Estados Unidos o en otro país.
Lo que sí se sabe es que Muñoz se encontraba en territorio estadounidense como migrante, y fue incluido en el operativo de deportación masiva sin que hasta el momento se justifique por qué fue enviado a una nación africana con la que no tiene vínculos aparentes.
Expertos en migración y derechos humanos han expresado su alarma. Deportar a un ciudadano a un país con el que no tiene nacionalidad ni vínculos familiares, históricos o culturales podría constituir una violación del derecho internacional y representar un grave riesgo a su integridad física.
Además, se teme que este tipo de medidas siente un precedente peligroso, donde personas migrantes —incluso con nacionalidad mexicana— sean utilizadas como "fichas" en operativos que ignoran sus derechos fundamentales.
Hasta el momento, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México no ha emitido postura oficial sobre el caso de Jesús Muñoz ni ha confirmado si tiene conocimiento del traslado.
La falta de información, el hermetismo de las autoridades estadounidenses y el destino incierto de los deportados mantienen el caso envuelto en sombras.
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