¡Habemus Papam! El mundo católico celebra la elección del nuevo Pontífice
Tras apenas dos jornadas de votación, los 133 cardenales electores reunidos en la intimidad sagrada del Vaticano han alcanzado el consenso necesario para elegir al nuevo Obispo de Roma, sucesor del Papa Francisco. El momento fue sellado con el tradicional anuncio: "Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam" —"Les anuncio una gran alegría: ¡Tenemos Papa!"—, pronunciado desde el icónico balcón central de la Basílica de San Pedro.
En los próximos minutos, el mundo conocerá el nombre de nacimiento del nuevo pontífice y el nombre que ha elegido como guía espiritual de más de 1,300 millones de católicos. Antes de salir al balcón, el nuevo Papa habrá ingresado en la llamada Sala de las Lágrimas, donde se viste por primera vez con los ropajes papales, en un espacio que representa tanto solemnidad como emoción ante la inmensidad del encargo divino.
Esta vez, el cardenal encargado de hacer el anuncio es Dominique Mamberti, de 73 años, a menos que —en un giro histórico— él mismo haya sido electo. De ser así, el anuncio lo hará el cardenal Mario Zenari, otro de los purpurados más veteranos del Colegio Cardenalicio.
El ambiente en la Plaza de San Pedro es de fervor y expectativa. Miles de fieles y peregrinos reunidos esperan con oración, lágrimas y cánticos ver el rostro de quien, a partir de hoy, será el líder moral y espiritual de la Iglesia Católica.
El nuevo Papa no solo tendrá sobre sus hombros la guía de la fe, sino también retos inmensos en una época marcada por la polarización, la pérdida de confianza institucional, y la necesidad urgente de una Iglesia más cercana, inclusiva y comprometida con los desafíos sociales, ambientales y humanos del siglo XXI.
En breve, la historia se reescribirá desde un balcón. El mundo contiene la respiración.
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