Entre flores y oraciones, Misantla honra la memoria de las madres que partieron.

Por Arquímedes González.

Misantla, Ver., a 10 de mayo del 2025.- En una mañana marcada por la fe, el amor eterno y la nostalgia, decenas de familias misantecas se congregaron este viernes en el cementerio Sagrado Corazón de Jesús para participar en una emotiva misa en honor a las madres difuntas, un acto profundamente espiritual que unió a la comunidad en el recuerdo y la oración.

La celebración litúrgica, que inició en punto de las 8:00 de la mañana, fue presidida por el cura don Juan Mora Selvera, quien conmovió a los presentes con un mensaje lleno de esperanza y consuelo. “Aunque hayan partido, nuestras madres viven en cada oración, en cada acto de amor que sembraron en nuestros corazones. Esta celebración no es solo un homenaje, sino una ofrenda espiritual que fortalece la memoria y la fe”, expresó el sacerdote ante una audiencia visiblemente emocionada.

Desde temprana hora, el camposanto fue llenándose de vida con el ir y venir de familias que acudieron a adornar las tumbas con flores, veladoras y lágrimas. Algunos optaron por el silencio reflexivo, otros elevaron sus voces en plegarias, pero todos compartieron un mismo sentimiento: el amor inquebrantable hacia las mujeres que les dieron la vida.

Más que una tradición, esta misa se ha convertido en un ritual de unidad familiar y comunitaria, en un tiempo donde el recuerdo se convierte en refugio y la fe en fortaleza. La liturgia concluyó con cantos marianos y la bendición de las sepulturas, cerrando el acto con un gesto de dignidad y reverencia que reafirma el lazo eterno entre madre e hijo, aún más allá de la muerte.

Este encuentro anual no solo honra a quienes ya no están, sino que también invita a valorar a las madres en vida y a fortalecer los lazos familiares en un mundo que muchas veces olvida el poder del amor maternal.