Alerta en Misantla por enjambres de abejas africanizadas; bomberos atienden 10 casos en una semana.
Misantla, Ver., a 22 de mayo del 2025.– Una alerta silenciosa pero peligrosa se ha extendido por Misantla: en tan solo una semana, el cuerpo de Bomberos Voluntarios ha atendido diez enjambres de abejas africanizadas, una especie conocida por su comportamiento altamente defensivo. Así lo confirmó el comandante en jefe de la corporación, Guillermo Rodríguez, quien pidió a la ciudadanía no subestimar estos incidentes ni intentar resolverlos por cuenta propia.
“La situación se complica en esta temporada. Las abejas están más activas y territoriales porque protegen su colmena y su miel. Ya hemos tenido casos de ciudadanos con múltiples picaduras que necesitaron atención médica”, explicó el comandante.
Uno de los errores más frecuentes, advirtió Rodríguez, es que las personas intentan combatir los enjambres con insecticidas. Lejos de solucionar el problema, esto agrava el riesgo para las personas cercanas y causa un daño ecológico irreparable.
“Las abejas no son nuestros enemigas. Son fundamentales para el equilibrio ambiental, sobre todo por su papel en la polinización. Este tipo de intervención doméstica impide que podamos rescatar a las abejas con vida”, detalló.
La atención de estos casos se realiza en coordinación con un apicultor certificado, aunque la respuesta puede demorar dependiendo de su disponibilidad, razón por la cual es crucial evitar manipular los enjambres sin apoyo profesional.
El comandante fue claro: solo se atienden enjambres cercanos a viviendas u oficinas, donde representen un riesgo directo. Si el enjambre se localiza en áreas alejadas, lo más recomendable es no intervenir, ya que en la mayoría de los casos las abejas se retiran por sí solas después de uno o dos días.
“Entendemos la preocupación de la gente, pero lo mejor es conservar la calma, alejarse y reportar de inmediato a los cuerpos de emergencia. Evitemos el pánico, pero no la precaución”, subrayó.
El mensaje de los bomberos es claro: las abejas no son una plaga, son una especie en riesgo y aliadas fundamentales del ecosistema. Su presencia, aunque incómoda en zonas urbanas, debe ser manejada con respeto y bajo protocolos adecuados.
La ciudadanía puede marcar la diferencia con una sola decisión: no usar químicos, no provocar a los enjambres y dejar actuar a los expertos.
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