El PRI lanza campaña en Misantla con un mensaje contundente: el verdadero enemigo es el abandono institucional
Emiliano Martínez Sesma, candidato a regidor primero, fue el encargado de abrir el camino con un mensaje directo, honesto y firme: “Los hombres perversos tienen cómplices; los avariciosos, socios, y solo los hombres de buen corazón tienen amigos”, lanzó ante decenas de simpatizantes. La frase no fue solo un recurso retórico; fue el cimiento sobre el que basó su compromiso: ser un aliado real del pueblo y no un actor más de la política vacía.
Martínez Sesma no evadió el tema que más duele en las colonias y comunidades de Misantla: la falta de agua potable: “La prioridad será transformar de raíz el sistema de captación, almacenamiento, conducción y distribución de agua. No se trata de remendar, sino de garantizar el suministro de aquí a los próximos cincuenta años”, aseguró, dejando claro que este eje definirá el rumbo de su gestión.
La propuesta fue recibida con esperanza por familias que, por décadas, han padecido cortes constantes y el olvido de las autoridades. El candidato habló de un plan técnico sustentado, no de promesas al aire.
En su intervención, Feliciano Santamaría, miembro del equipo y voz cercana a las comunidades rurales, reforzó la postura de renovación: “Este no es el PRI de siempre. Aquí no hay herencias políticas, ni padrinazgos. Somos gente del pueblo, preparada y valiente, que quiere reconstruir Misantla desde la honestidad y el trabajo diario”, señaló, al tiempo que prometió erradicar prácticas como el nepotismo y la corrupción administrativa.
Ambos coincidieron en que el municipio necesita volver a creer en sus autoridades, y eso solo será posible si se colocan los intereses del pueblo por encima de los personales.
El arranque de campaña fue modesto, pero significativo. Sin excesos ni espectáculo, pero con contenido. El PRI apuesta por un contacto real con la ciudadanía, barrio por barrio, ejido por ejido.
Consciente del hartazgo social, el equipo de Martínez Sesma ha optado por hablar de frente, reconocer errores del pasado y construir propuestas viables. La primera gran meta: devolver la dignidad a los servicios públicos básicos, empezando por el agua.
La contienda apenas comienza, pero el mensaje ha quedado claro: en Misantla, la batalla no será contra los otros candidatos, sino contra años de abandono que han hecho mella en la vida cotidiana de la gente. Y si algo dejó claro este primer acto de campaña es que el PRI local está decidido a dar la pelea con firmeza, pero también con conciencia social.
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