Promesas y justificaciones: la educación en Veracruz entre la incertidumbre y la propaganda
Veracruz, a 23 de marzo del 2025.- La crisis de pagos en el Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz (COBAEV) ha vuelto a poner en evidencia la fragilidad administrativa del sector educativo en la entidad. La Secretaria de Educación de Veracruz, Claudia Tello Espinosa, justificó que el pago por homologación a las y los maestros no se dispersó debido a que el Gobierno Federal no envió los 40 millones de pesos correspondientes.
Mientras los docentes exigen su legítima remuneración, las autoridades se limitan a señalar a la Federación como responsable del retraso. ¿Dónde quedó la previsión financiera? ¿Por qué el estado no cuenta con mecanismos para hacer frente a estos retrasos? Si bien Tello Espinosa asegura que los trámites ya se realizaron, el hecho es que los maestros siguen esperando su pago.
El descontento es evidente. La manifestación de los maestros del COBAEV refleja un problema recurrente en el sistema educativo: la falta de compromiso real con quienes sostienen la educación pública con su trabajo diario. En lugar de asumir una postura de gestión efectiva, la titular de la SEV se limita a repetir que el presupuesto “no llegó” y que la administración estatal depende por completo de los recursos federales, lo que deja a los maestros en la incertidumbre y sin soluciones concretas.
En medio de esta crisis, la gobernadora Rocío Nahle García y Claudia Tello han anunciado con entusiasmo una serie de recorridos por escuelas en el estado para dialogar con directores y docentes con el supuesto objetivo de elevar los índices académicos.
El anuncio suena más a una estrategia de imagen que a una verdadera política de mejora educativa. ¿De qué sirve recorrer escuelas si los problemas estructurales no se resuelven? Los maestros no necesitan visitas simbólicas, sino salarios a tiempo, recursos adecuados y estrategias pedagógicas efectivas.
Si de verdad existe un interés en elevar el nivel educativo en Veracruz, sería más efectivo invertir en infraestructura, formación docente y el cumplimiento de obligaciones salariales. Las giras mediáticas pueden generar titulares favorables, pero no resuelven el abandono estructural en el que se encuentran muchos planteles.
Por otro lado, a partir de marzo de 2025 entrarán en vigor los nuevos lineamientos para prohibir alimentos chatarra en las escuelas. La SEV promete trabajar con los padres de familia para fomentar una alimentación más saludable y anuncia la distribución de recetarios con opciones basadas en alimentos tradicionales.
La medida es loable en el papel, pero la verdadera pregunta es: ¿habrá seguimiento real? En muchas escuelas, los comedores escolares son inexistentes o están en malas condiciones, y los alumnos dependen de la oferta de tiendas y vendedores ambulantes. Sin infraestructura ni apoyo económico para garantizar una alimentación sana, esta política puede quedar como otro esfuerzo simbólico sin impacto real.
La educación en Veracruz sigue siendo rehén de la improvisación, los discursos vacíos y la falta de compromiso real. Mientras los maestros continúan sin recibir sus pagos y los estudiantes enfrentan un sistema deficiente, el gobierno estatal se enfoca en recorridos y estrategias de relaciones públicas.
Si la administración de Rocío Nahle y Claudia Tello quiere demostrar un verdadero interés en mejorar la educación, debe empezar por garantizar condiciones laborales dignas, infraestructura adecuada y programas efectivos de formación y apoyo escolar.
De lo contrario, todo quedará en promesas, justificaciones y una educación que sigue esperando mejores tiempos.
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