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La crisis educativa en Veracruz: los oscuros intereses detrás de la falta de maestros

Veracruz,
a 27 de febrero del 2025.- La falta de maestros en las escuelas de Veracruz tiene un trasfondo mucho más complejo de lo que aparenta, con una red de intereses políticos y sindicales que ha dejado al sistema educativo en un estado de crisis. En el centro de esta problemática se encuentra Zenyazen Escobar García, ex Secretario de Educación durante el mandato de Cuitláhuac García, quien, en lugar de priorizar la educación de los niños veracruzanos, utilizó su posición para crear un entramado de sindicatos y “comisionados” que han drenado los recursos públicos y dejado a miles de estudiantes sin clases.

Cuando Zenyazen asumió el cargo de titular de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), en lugar de enfocarse en mejorar la calidad educativa, su primer movimiento fue la creación de ocho sindicatos, integrados en la Unión de Sindicatos Magisteriales del Estado de Veracruz (USMEV). Estos sindicatos, en su mayoría, se componen de maestros “comisionados”, un eufemismo que oculta una práctica poco ética: docentes que, en lugar de estar en las aulas, se dedican a hacer proselitismo político mientras continúan cobrando su salario, a pesar de no estar ejerciendo sus funciones educativas.

Los datos proporcionados por la misma SEV confirman que fue en la gestión de Escobar García cuando se disparó el número de maestros comisionados y cuando nacieron sindicatos sin ningún tipo de legitimidad. Zenyazen, según denuncian diversas fuentes, metió a cientos de maestros en estos sindicatos con el único propósito de que trabajaran en favor de su candidatura a la gubernatura de Veracruz, que, en su momento, estaba promovida por su cercano amigo, el gobernador Cuitláhuac García.

Hoy en día, estos maestros comisionados no solo continúan sin dar clases, sino que reciben sueldos millonarios que fueron autorizados directamente por Zenyazen. Los sueldos de los líderes sindicales, algunos de los cuales cuentan con familiares comisionados en sus sindicatos, son exorbitantes, mientras que los niños y jóvenes veracruzanos siguen esperando una educación que no llega.

Recientemente, los integrantes de la USMEV tomaron las instalaciones de la SEV y bloquearon la avenida Lázaro Cárdenas en Xalapa, exigiendo que se mantengan sus puestos y que no se les obligue a regresar a las aulas. La lucha de estos sindicatos no es por la educación, sino por mantener su status quo y los sueldos que les permiten vivir sin trabajar. En total, el gobierno de Veracruz paga anualmente más de 400 millones de pesos a estos maestros comisionados, una cifra que podría ser utilizada para mejorar la infraestructura educativa y contratar a nuevos maestros.

Las pruebas de este desfalco son evidentes. Los ocho sindicatos de la USMEV no tienen contrato colectivo de trabajo, pero se mantienen operando gracias al apoyo de Zenyazen y su red de aliados políticos. Líderes como Daneskiu Domínguez, Tonatiuh Paredes y Avith Moctezuma, entre otros, disfrutan de sueldos de hasta 61 mil pesos mensuales, mientras que otros miembros de sus familias cobran de los presupuestos sindicales, en una muestra clara de nepotismo y abuso de poder.

La denuncia de Claudia Tello, actual titular de la SEV, sobre el impacto negativo de los comisionados es un reflejo de la urgencia por corregir este problema. Sin embargo, la resistencia de los sindicatos y los bloqueos en las calles demuestran la difícil tarea que enfrenta la nueva administración para recuperar el control y la dignidad de la educación veracruzana.

Lo que está en juego no es solo el futuro de miles de estudiantes, sino la perpetuación de un sistema corrupto que se alimenta de los recursos destinados a la educación. Zenyazen Escobar, y los intereses que representa, siguen luchando por mantener su poder político, presionando incluso a la Gobernadora Rocío Nahle con manifestaciones y bloqueos, con el objetivo de conseguir las candidaturas que desea para su grupo político en la zona centro de Veracruz.

Este es el oscuro panorama que enfrenta la educación en Veracruz, y mientras los intereses personales de los poderosos sigan siendo la prioridad, los niños y jóvenes seguirán pagando el precio de la corrupción y la falta de compromiso con su futuro.

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