Crisis en el campo: pequeños caficultores mexicanos enfrentan pobreza extrema por intermediarios y bajos precios
Puebla, a 23 de febrero del 2025.- Organizaciones sociales han alertado sobre las condiciones adversas que enfrentan los pequeños productores de café en México. La intervención de intermediarios conocidos como ‘coyotes’, quienes compran la cosecha a precios muy por debajo del costo de producción, ha sumido a miles de familias caficultoras en una crisis económica que roza la pobreza extrema.
En estados como Veracruz, Chiapas y Puebla, donde se produce el 82% del café del país, la caficultura artesanal sigue siendo el sustento de muchas comunidades indígenas. Sin embargo, la brecha entre lo que reciben los productores y lo que pagan los consumidores finales ha generado un sistema desigual y poco sostenible.
Para Irene Aranda, madre soltera y caficultora en San Pedro Itztla Xicotepec, Puebla, el trabajo en el campo es una tarea extenuante que realiza con su pequeña hija, quien la acompaña los fines de semana a recolectar la cereza del café.
"Es algo pesado, estar parado todo el día. En la ciudad, la gente toma su café sin saber cuánto sufre uno para cosecharlo. Corto casi 40 kilos diarios, solo para que alcance para la comida."
El problema se agrava con los precios que los ‘coyotes’ imponen en la compra del grano, dejando a productores con ganancias mínimas. Según Bertha González Hernández, caficultora poblana con más de 30 años de experiencia, el kilo de cereza de café se paga apenas en 16 pesos, una cifra que hace inviable la producción.
"Muchos ya dejaron de cultivar café y se han pasado al camote, que deja más dinero."
Los ‘coyotes’ son intermediarios informales que compran café a precios bajos para luego venderlo a grandes comercializadoras y empresas trasnacionales, generando una brecha de precios insostenible para los productores.
"El ‘coyote’ llega y ofrece un porcentaje muy bajo por kilo de café, pero luego lo revende a un precio mucho mayor a estas empresas. Mientras tanto, el campo mexicano sigue sumido en la pobreza", explica Ileana Arellano, directora de Casa Tostadora en Ciudad de México.
Esta desproporción ha ocasionado una crisis migratoria entre los campesinos jóvenes, quienes han optado por emigrar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, según Norberto Artemio Hernández, presidente de la Unión Agrícola Regional de Productores de Café de Puebla.
"El café ha dejado de ser rentable. Después de 30 años de pobreza, muchos jóvenes han decidido dejar el campo y buscar una vida mejor en el extranjero."
Frente a este panorama, pequeños y medianos comerciantes han comenzado a fortalecer redes de compra directa, eliminando intermediarios y garantizando mejores precios para los caficultores.
"Hablar de café cultivado y pagado a un precio justo nos lleva a una vida más digna en las comunidades", señala Hernández.
Los expertos instan a los consumidores a ser más conscientes de su consumo de café, apoyando marcas nacionales que compran directamente a los productores.
"Hagamos conciencia sobre qué café tomamos y a quién estamos beneficiando con nuestras compras. Valoremos a nuestras marcas de café mexicano", exhorta Arellano.
El futuro del café en México depende de la voluntad de consumidores, empresarios y autoridades para garantizar precios justos y condiciones dignas para quienes trabajan la tierra. Sin un cambio en el modelo de comercio, miles de familias caficultoras seguirán atrapadas en el ciclo de la pobreza.
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