Monseñor José Trinidad Zapata Ortiz reflexiona sobre el futuro pastoral y los desafíos sociales en su última visita del año a Misantla
Misantla, Ver., a 29 de diciembre del 2024.- En su última visita pastoral del 2024, Monseñor José Trinidad Zapata Ortiz, obispo de la diócesis de Papantla, compartió reflexiones sobre los retos y planes para el próximo año en un emotivo encuentro con fieles de la región. Durante su estancia, subrayó la importancia de la fe, el fortalecimiento de la pastoral juvenil y la necesidad de enfrentar las problemáticas sociales que afectan a la población.
Un 2025 marcado por el año jubilar y el kerigma
El obispo enfatizó que el próximo año será especial para la Iglesia, ya que se vivirá un Año Jubilar a nivel universal. Dentro de este contexto, Monseñor Zapata anunció su intención de enfocar esfuerzos en la predicación del kerigma, buscando tocar los corazones de niños, matrimonios y comunidades. “Queremos que las personas abran su corazón a Dios”, expresó con entusiasmo.
Además, señaló que planea nombrar un sacerdote a tiempo completo para la pastoral juvenil, con el objetivo de reforzar el acompañamiento a los jóvenes. “Si Dios me lo permite, lo vamos a hacer este año. Voy a hacer que trabajen más, pero yo voy a descansar más”, dijo con una sonrisa.
Retos sociales y políticos en el horizonte
En entrevista, Monseñor Zapata abordó los desafíos políticos y sociales que enfrenta el estado de Veracruz, mencionando temas como la seguridad, la pobreza, el agua, los migrantes y el deterioro de las carreteras. “Es muy necesario que se reflexione en estos temas”, señaló, mencionando su preocupación por la falta de cambios significativos en comparación con administraciones anteriores.
Respecto a la nueva gobernadora del estado, reconoció no haber visto aún resultados concretos en su gestión. “No sé qué ha hecho; no puedo decir porque no he visto nada”, comentó. A pesar de ello, expresó su esperanza de que las autoridades nacionales y estatales tomen acciones contundentes para mejorar las condiciones de la población.
Un llamado a la paz y a la justicia
Inspirado en el mensaje del Papa Francisco, Monseñor Zapata recordó la importancia de trabajar por la paz, la justicia y la ecología, destacando el simbolismo del Año Jubilar. “En lugar de oír el cuerno antiguo, deberíamos escuchar el grito de los pobres, de los migrantes, de la tierra que clama por el daño ecológico”, afirmó.
Criticó además la inversión desmedida en armamento, sugiriendo que esos recursos podrían destinarse a erradicar el hambre y la pobreza. “Si el dinero que se gasta en armas se invirtiera en los pobres, se acabaría el hambre”, reflexionó.
Fe y esperanza en medio de los desafíos
A pesar de las dificultades, el obispo reiteró su compromiso de continuar llevando el mensaje de fe y esperanza a las comunidades. “Nosotros seguimos trabajando, tratando de tocar el corazón de las personas para que Dios llegue a sus vidas”, aseguró.
Monseñor Zapata concluyó su visita deseando una feliz Navidad y un año nuevo lleno de bendiciones, invitando a los fieles a reflexionar sobre la fraternidad y el respeto mutuo. “Todos somos hermanos, pero más aún quienes estamos bautizados. Cuidémonos como hijos de Dios”, finalizó.
Con estas palabras, el obispo deja un mensaje claro: la fe no solo es un refugio espiritual, sino también una herramienta para inspirar acción y cambio en la sociedad.
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