La Catedral de Notre Dame se prepara para su gran reapertura tras cinco años de restauraciones
Francia, a 14 de noviembre del 2024.- El 7 de diciembre de 2024, la emblemática Catedral de Notre Dame, en París, celebrará una ceremonia de reinauguración tras cinco años de intensas restauraciones, motivadas por el devastador incendio que la afectó en abril de 2019. Este evento marcará el regreso de uno de los símbolos más representativos de la cultura francesa, que ha estado en obras con una inversión de 700 millones de euros.
La ceremonia oficial, que contará con la presencia del presidente de Francia, Emmanuel Macron, será un evento de gran relevancia tanto a nivel nacional como internacional. Durante la inauguración, Macron ofrecerá un discurso desde la explanada exterior de la catedral, cumpliendo con los principios de laicidad del Estado francés. Este enfoque garantiza que, aunque el evento tendrá un componente religioso, se invita a todos los ciudadanos, independientemente de sus creencias, a ser partícipes de este momento histórico.
Al día siguiente, el 8 de diciembre, se llevará a cabo una misa para los fieles, oficiada por el arzobispo de París, Laurent Ulrich, en el interior de la catedral. A pesar de la naturaleza religiosa de estos actos, el Elíseo subraya que la ceremonia está dirigida a todos los franceses, y no exclusivamente a la comunidad católica. Este enfoque inclusivo resalta la trascendencia cultural de la catedral, un patrimonio nacional que pertenece a todos los ciudadanos del país.
Además, se espera que la reapertura de Notre Dame sea celebrada con una velada de artistas y personalidades de la cultura, en la que se rendirá homenaje a la historia y la resiliencia de este monumental lugar. Aunque aún no se han confirmado los detalles de las personalidades invitadas para el evento del 7 de diciembre, la presencia de jefes de Estado internacionales es casi segura.
Un aspecto que ha generado especulación es la ausencia del Papa Francisco, quien ha decidido no participar en la ceremonia debido a sus compromisos en situaciones difíciles en varias partes del mundo. Según el arzobispo de París, el Papa se ha centrado en los conflictos y las dificultades globales que enfrentan muchos países, lo que ha llevado a que su ausencia no sea considerada como un desaire, sino como una prioridad hacia las realidades más urgentes.
Con respecto a las visitas al interior de Notre Dame, se ha implementado un sistema de reservas telemáticas para permitir el acceso a los fieles y visitantes de manera ordenada. Este sistema de reservas también busca gestionar de manera eficiente el flujo de personas, dado el alto interés que se espera para este evento histórico.
A pesar de que la catedral estará operativa a partir de diciembre, las restauraciones no están completamente terminadas. Se seguirán realizando trabajos en algunas de sus estructuras más frágiles, como los arbotantes que adornan la nave, y también se continúa con la colocación de nuevas vidrieras contemporáneas, un proyecto que ha generado controversia, especialmente entre aquellos que abogan por preservar las cristaleras originales de la catedral.
La reapertura de Notre Dame no solo es un símbolo de la restauración de un monumento histórico, sino también un testimonio del esfuerzo y la determinación de Francia para preservar su patrimonio cultural. Este acto no solo conmemora la recuperación física de la catedral, sino también el renacer del espíritu de unidad y orgullo nacional que sigue intacto en los corazones de los franceses.
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