Cuitláhuac García se despide de la prensa en silencio: se niega a dar entrevistas a días de concluir su mandato

Veracruz, a 12 de noviembre del 2024.- A solo días de terminar su administración, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, ha decidido no atender a los medios de comunicación, manteniendo un silencio que ha marcado sus últimas semanas en el cargo. Por dos semanas consecutivas, el mandatario ha suspendido sus habituales conferencias de prensa en el Palacio de Gobierno, donde solía abordar temas de interés estatal y responder preguntas sobre los desafíos y logros de su gestión. Este hermetismo ha generado una creciente especulación entre la ciudadanía y los periodistas locales.

Hoy, en un acto público en la emblemática Plaza Sebastián Lerdo, el gobernador apareció para apoyar la celebración de la reciente reforma judicial, acompañando a simpatizantes del cambio legislativo. Ante la insistencia de los reporteros, que buscaban obtener respuestas sobre el proceso de entrega-recepción de su administración, García Jiménez se limitó a responder: “No puedo hablar, únicamente vengo a apoyar a quienes están a favor de esta reforma que tendrá varios resultados para el país”.

Entre las preguntas sin responder se encontraban temas relevantes como la seguridad, los pendientes que deja su administración y la posibilidad de que asuma un cargo en el gobierno federal tras concluir su mandato en Veracruz. Sin embargo, García Jiménez mantuvo su postura y se retiró sin más declaraciones, generando reacciones de desconcierto y críticas entre los periodistas presentes, quienes han señalado la falta de transparencia en estos últimos días de su gobierno.

Este aparente “mutis” por parte del gobernador contrasta con sus anteriores discursos en los que promovía la apertura informativa y la rendición de cuentas. La actitud de García Jiménez, en un momento clave para el futuro del estado, ha dejado abiertas muchas interrogantes sobre los resultados de su administración y su rol en el futuro político nacional.

Así, la despedida de Cuitláhuac García parece perfilarse como una incógnita, con más preguntas que respuestas y una relación con la prensa que, hasta el final, permanece tensa y evasiva.