Noticias

El enigma de La Belle France: una pintura rupestre que podría representar un animal extinto hace 200 millones de años

Sudáfrica,
a 27 de septiembre del 2024.- En el sitio arqueológico de La Belle France, ubicado en la región de Karoo, se encuentra una pintura rupestre que ha desconcertado a los científicos desde su descubrimiento hace más de un siglo. La imagen, creada por miembros del pueblo san, muestra a una criatura que no ha podido ser identificada con certeza hasta ahora. Recientemente, un arqueólogo ha propuesto que el misterioso animal es un dicinodonte, una especie que vivió hace aproximadamente 200 millones de años.

Desde su hallazgo, la figura pintada ha sido conocida como una "serpiente con cuernos" debido a su extraña forma, lo que generó especulaciones entre los arqueólogos y el público en general. Algunos llegaron a describirla como una morsa, aunque estos animales no existen en África. Sin embargo, la posible identificación del animal siempre estuvo rodeada de incertidumbre y teorías poco científicas, e incluso fue relacionada con leyendas del pueblo san sobre grandes criaturas extintas que, para algunos, podían hacer referencia a dinosaurios.

La reciente investigación, publicada en la revista Plos One por el arqueólogo Julien Benoit, propone una nueva hipótesis: la pintura rupestre representa un dicinodonte, un reptil prehistórico con colmillos que habitó la región en la era del Triásico. Benoit sugiere que los integrantes del pueblo san pudieron haber basado su obra en los restos fósiles de dicinodontes que hallaron en la zona, lo que él denomina como un caso de paleontología empírica.

"Es probable que los san observaran estos fósiles y crearan sus propias interpretaciones, integrándolas a su mitología", explica Benoit en el artículo. Esta idea estaría respaldada por la existencia de leyendas locales que hablan de grandes animales que habitaron la región en tiempos antiguos, lo que Benoit denomina un geomito san, es decir, una interpretación mitológica basada en observaciones geológicas y paleontológicas.

El estudio se basa en varias evidencias clave. En primer lugar, la datación por carbono-14 de la pintura indica que fue realizada entre los años 1821 y 1835, décadas antes de que los científicos describieran formalmente al dicinodonte en 845. Además, Benoit resalta que en las inmediaciones de La Belle France se han encontrado fósiles de tetrápodos, lo que refuerza la posibilidad de que los san estuvieron en contacto con estos restos prehistóricos.

El arqueólogo también destaca que la figura pintada, que muestra a un animal con colmillos prominentes, es consistente con las características físicas del dicinodonte, un herbívoro del período Triásico que poseía grandes colmillos superiores y una robusta estructura corporal. Según Benoit, esta correspondencia física sugiere que la pintura no es meramente simbólica o imaginaria, sino que podría representar un animal que los san identificaron a partir de restos fósiles.

La pintura rupestre de La Belle France ha sido durante mucho tiempo un enigma, atrayendo tanto a científicos como a curiosos, quienes buscaban resolver el misterio de la "serpiente con cuernos". Con esta nueva investigación, se abre la posibilidad de que los antiguos habitantes de Karoo hayan hecho sus propias observaciones paleontológicas mucho antes de que los científicos occidentales lo hicieran, lo que enriquece aún más la herencia cultural y científica del pueblo san.

Este estudio no solo arroja luz sobre el significado de esta obra rupestre, sino que también plantea nuevas preguntas sobre el conocimiento que los pueblos indígenas del sur de África podrían haber tenido acerca del pasado geológico de su región. ¿Cuántos otros fósiles pudieron haber encontrado? ¿Cuántas otras leyendas podrían estar vinculadas a observaciones paleontológicas?

Por ahora, la pintura rupestre de La Belle France sigue siendo un recordatorio fascinante de la relación entre el ser humano y su entorno, en este caso, a través de una imagen que ha sobrevivido el paso de los siglos y, posiblemente, de los milenios.

No hay comentarios