Israel: Hacia el teofascismo
Israel, a 9 de julio del 2024.- Deliberadamente y con lucidez omito en el titular signos de pregunta.
Desiguales hechos que abruman a Israel en los últimos nueve meses me conducen a esta sombrÃa conclusión.
Uno de ellos es la pasividad irresponsable de BenjamÃn Netanyahu respecto al asesinato colectivo que se verificó el trágico 7 de octubre.
Cabe recordar que a igual que los lÃderes militares también él recibió a temprana hora la noticia sobre la invasión de fuerzas del Hamás a Israel y el inicio de un asesinato masivo que al cabo superó las 1,200 vÃctimas.
Y a semejanza de ellos no dio orden alguna para contenerlos en su calidad de Primer Ministro.
Torcida indiferencia que continúa hasta estos dÃas.
Se manifiesta en las elocuentes y públicas manifestaciones que se repiten diariamente y que apenas afectan a su persona y a su gobierno.
Actitud que no solo rebaja su estatura como lÃder del paÃs en los últimos 18 años. Crea un trágico vacÃo que de un lado dilata el número de muertos entre los 120 rehenes aún en brazos del Hamás, y, del otro, fortalece la postura y las inclinaciones ideológicas de la pareja Smotrich-Ben Gvir.
Trágico hecho este último que ya se traduce, sin noticias explÃcitas de los medios, en la ocupación por colonos adictos a esta pareja de las tierras de Judea y Samaria, en el oeste del paÃs, que formalmente pertenecen al Estado palestino.
Tema que concita protestas en la opinión internacional y ya es atendido por la Corte Internacional de Justicia.
Por añadidura, algunos altos militares que hoy abandonan las filas de Tzahal vocean advertencias al respecto sin efecto alguno en el gobierno de Netanyahu.
Una expresión más de su torcida pasividad.
En paralelo el ministro de Seguridad Nacional, Ben Gvir, a cargo de la policÃa, multiplica las presiones a Netanyahu con el fin de tomar parte en el selecto grupo ministerial que debe decidir la suerte de los rehenes y el curso de la guerra en Gaza.
Es clara su intención: detener estas gestiones, conseguir el exterminio del Hamás y alentar la colonización judÃa del norte de Gaza que Ariel Sharón deshizo en 2005.
Empuja a Smotrich-Ben Gvir la convicción de que estos objetivos son hoy alcanzables considerando la debilidad de Netanyahu y el hecho de que en pocos dÃas el gobierno ingresará a un periodo vacacional de tres meses que la mayorÃa de la opinión pública considera delictivo.
El significado y las implicaciones de este escenario son claros: fortalecimiento de las tendencias autoritarias en el gobierno, la multiplicación de las protestas ciudadanas, filosas censuras en el mundo y el rebrote de actitudes antijudÃas con nuevos argumentos.
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