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Huracán Beryl: Lluvias torrenciales y su impacto en el sureste de México

México,
a 5 de julio del 2024.- El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido una alerta significativa para los estados del sureste mexicano, ya que el huracán Beryl, aunque degradado a categoría 2, sigue siendo una amenaza considerable. Según los últimos datos del SMN, este fenómeno meteorológico dejará lluvias torrenciales de entre 150 a 250 milímetros en Yucatán y Quintana Roo, lluvias intensas de 75 a 150 milímetros en Campeche y lluvias puntuales muy fuertes de entre 50 a 75 milímetros en Tabasco y Chiapas.

El huracán Beryl, tras avanzar sobre el Atlántico, comenzó a mostrar signos de debilitamiento justo antes de tocar tierra en Quintana Roo. A las 4:00 horas de este viernes 5 de julio, el SMN informó que el ciclón había bajado su categoría, pero que su peligrosidad permanecía intacta. Las bandas nubosas asociadas con Beryl se preparan para liberar una cantidad significativa de agua sobre la región, lo que requiere la atención y preparación de las autoridades y la población.

Para muchos, las cifras en milímetros de lluvia pueden ser abstractas. Sin embargo, es crucial entender que cuando hablamos de 150 a 250 milímetros de lluvia, estamos diciendo que en cada metro cuadrado de superficie caerán entre 150 a 250 litros de agua. Esta comparación ayuda a visualizar la magnitud del fenómeno: imagine verter 150 a 250 botellas de un litro de agua en un espacio del tamaño de un metro cuadrado. Es una cantidad masiva de agua que, en cuestión de horas, puede saturar el suelo, desbordar ríos y cenotes, y anegar calles y hogares.

En Yucatán y Quintana Roo, las lluvias torrenciales implican un enorme volumen de agua que buscará su cauce natural. Parte de esta agua se filtrará en ríos subterráneos y cenotes, típicos de la región. No obstante, es inevitable que una porción significativa anegue zonas urbanas y rurales, generando posibles inundaciones y afectaciones en infraestructura y viviendas. Las lluvias intensas previstas para Campeche y las lluvias muy fuertes en Tabasco y Chiapas también presentan riesgos similares, con probables crecidas de ríos y arroyos, deslaves y complicaciones en las comunicaciones y actividades diarias.

Ante este escenario, es imperativo que las autoridades locales implementen medidas preventivas para minimizar los daños y riesgos para la población. Esto incluye la revisión y limpieza de sistemas de drenaje, la preparación de albergues temporales para quienes necesiten evacuación, y la difusión constante de información y recomendaciones para la seguridad de todos.

La población, por su parte, debe estar atenta a los boletines del SMN y seguir las indicaciones de protección civil. Prepararse con antelación, asegurando sus hogares, teniendo a mano provisiones esenciales y sabiendo los puntos de evacuación, puede hacer una gran diferencia en situaciones de emergencia.

El huracán Beryl, a pesar de su degradación, sigue siendo una fuerza de la naturaleza que subraya la importancia de la preparación y la respuesta coordinada ante fenómenos meteorológicos extremos. La capacidad de resiliencia de las comunidades del sureste de México será puesta a prueba una vez más, y es en estos momentos cuando la solidaridad y la precaución se vuelven nuestras mayores aliadas.

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