Alerta de Cofepris sobre Medicamento Falsificado para Disfunción Eréctil e Hiperplasia Prostática

México, a 10 de julio del 2024.- La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió una advertencia sobre la falsificación y venta ilegal de un medicamento utilizado para tratar la disfunción eréctil y la hiperplasia prostática. El fármaco en cuestión es Cialis, en su presentación de 20 mg de tadalafil, fabricado por Eli Lilly y Compañía de México, con los lotes A913777k y A915110M.

Según Cofepris, estos lotes no son reconocidos ni comercializados por la empresa y están siendo distribuidos en sitios no autorizados, presentándose en frascos con 30 y 10 cápsulas. Un análisis de los empaques primario y secundario reveló varias irregularidades, confirmando la falsificación del producto. Como resultado, esta agencia federal no puede garantizar la seguridad, eficacia y calidad del medicamento falsificado.

Cofepris advierte que consumir fármacos de origen desconocido y sin datos sobre sus condiciones de fabricación, almacenamiento y transporte representa un riesgo grave para la salud, que podría incluso llevar a la muerte. Además, Cialis está clasificado como medicamento de fracción IV, lo que significa que su venta requiere receta médica.

La agencia federal recomienda a cualquier persona que haya utilizado este producto de los lotes especificados y que presente alguna reacción adversa o malestar, reportarlo de inmediato a las autoridades sanitarias.

La disfunción eréctil es una condición que afecta a hombres mayores de 40 años, con una prevalencia del 55% en forma leve, 35% en forma moderada y 10% en forma severa. Las causas pueden ser psicológicas, orgánicas o mixtas. Por otro lado, la hiperplasia prostática benigna es la enfermedad urológica más común en hombres adultos, especialmente en aquellos mayores de 60 años, y causa síntomas como el prostatismo. En México, esta enfermedad afecta al 35% de los hombres mayores de 60 años, constituyendo un problema de salud pública significativo.

El uso de medicamentos falsificados agrava los problemas de salud pública relacionados con estas condiciones, haciendo hincapié en la importancia de adquirir medicamentos solo a través de canales autorizados y de confiar en las recomendaciones médicas para evitar riesgos innecesarios para la salud.