Comienza el nuevo gobierno de Israel, termina la era de Netanyahu
Israel, a 14 de junio del 2021.- El primer gobierno israelà en 12 años no liderado por Benjamin Netanyahu se puso manos a la obra el lunes, y el ex primer ministro evitó una ceremonia de traspaso con el sucesor Naftali Bennett.
La carrera récord del lÃder de derecha en el cargo terminó el domingo cuando el parlamento aprobó, por una escasa mayorÃa de 60-59, una nueva administración dirigida por Bennett, un nacionalista cuyas opiniones reflejan las de Netanyahu en muchos temas.
En Tel Aviv, miles acudieron a dar la bienvenida al resultado, después de cuatro elecciones inconclusas en dos años.
"Estoy aquà celebrando el fin de una era en Israel", dijo Erez Biezuner en la plaza Rabin.
"Queremos que tengan éxito y que nos unan nuevamente", agregó, mientras los partidarios del nuevo gobierno que ondeaban banderas cantaban y bailaban a su alrededor.
Un combativo Netanyahu, de 71 años, dijo que regresarÃa antes de lo esperado.
"Si estamos destinados a entrar en la oposición, lo haremos con la cabeza en alto hasta que podamos derrocarla", dijo al parlamento antes de que Bennett tomara posesión.
La tradicional ceremonia de entrega no estaba programada en la oficina del primer ministro, donde se esperaba que Netanyahu se reuniera con Bennett más tarde el lunes para informarle sobre asuntos estatales.
La última vez que Netanyahu fue derrocado como lÃder de Israel, en 1999, terminó su primer mandato con una copa de vino en la mano y afables palabras de bienvenida al entonces lÃder del partido laborista Ehud Barak, quien lo derrotó en las urnas.
"Agrio, gruñón, no majestuoso, como Trump hasta el momento final", escribió Yossi Verter, comentarista de asuntos polÃticos, en el periódico de tendencia izquierdista Haaretz.
Cuando se le preguntó por qué no habrÃa tal escena ahora, Topaz Luk, un asistente principal de Netanyahu, dijo a Army Radio: "Eso es lo que sucede".
Netanyahu, dijo, estaba "lleno de motivación para derrocar a este peligroso gobierno lo más rápido posible". Luk se negó a revelar la estrategia de regreso de Netanyahu, señalando solo el escaso margen de apoyo de la nueva administración en el parlamento.
Luk dijo que el gobierno entrante estaba recibiendo informes de los asesores diplomáticos y de seguridad de Netanyahu para garantizar un traspaso ordenado.
Después de celebrar su primera reunión a última hora del domingo, el nuevo gabinete de Bennett fue invitado a una fotografÃa de grupo tradicional, mostrando a los gobiernos entrantes, en la residencia oficial del presidente Reuven Rivlin.
ABANDONANDO NETANYAHU
Con poco en común que no sea el deseo de derrocar a Netanyahu, la coalición de retazos de partidos de derecha, centrista, de izquierda y árabes planea en gran medida evitar movimientos radicales en temas candentes como la polÃtica hacia los palestinos, y concentrarse en su lugar sobre reformas internas.
Los palestinos no se sintieron conmovidos por el cambio de administración, y predijeron que Bennett, un exjefe de defensa que aboga por anexar partes de la Cisjordania ocupada, seguirÃa la misma agenda de derecha que Netanyahu.
Según el acuerdo de coalición , Bennett, un judÃo ortodoxo de 49 años y millonario de la alta tecnologÃa, será reemplazado como primer ministro en 2023 por el centrista Yair Lapid, de 57 años, un popular ex presentador de televisión.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, felicitó a Bennett y Lapid y dijo que esperaba fortalecer la relación "estrecha y duradera" entre los dos paÃses.
Al dirigirse al parlamento el domingo, Bennett advirtió a Biden que seguirÃa los pasos de Netanyahu para oponerse a cualquier regreso de Estados Unidos al acuerdo nuclear con Irán de 2015 derogado por el ex presidente Donald Trump.
Netanyahu era el lÃder con más años de servicio en Israel y habÃa ocupado mandatos consecutivos como primer ministro desde 2009.
Usó su estatura global para resistir los pedidos de un estado palestino, y lo describió como un peligro para la seguridad de Israel. Trató de eludir el problema palestino forjando acuerdos diplomáticos con los estados árabes regionales, sobre la base de los temores compartidos de Irán y su programa nuclear.
Pero fue una figura divisiva en el paÃs y en el extranjero, debilitado por el fracaso repetido en lograr una victoria electoral decisiva y por un juicio por corrupción en el que ha negado haber cometido irregularidades.
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