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Con mentiras y compra de conciencias los enemigos del alcalde Ernesto Ruiz Flandes buscan denostar y empañar su gran trabajo.

Por José Manuel García. 
Altotonga, Ver., a 5 de marzo del 2020.- Opacar la imagen y el gran trabajo realizado en estos dos años de administración del alcalde Ernesto Ruiz Flandes será difícil, juzgarlo, criticarlo y señalarlo, es de alguien que no piensa más allá de sus narices. 

Se trata de una persona con mente enana que solo busca el desprestigio, que esta llena de rencor, odio y maldad, pero de esas personas el pueblo de Altotonga ya no quiere. Altotonga quiere funcionarios públicos comprometidos con su responsabilidad, que trabajen y devenguen su sueldo, porque ya están hartos de personajes que solo buscan dividir a la sociedad y confrontar a las familias hasta llegar a la violencia. 

Tapar con un dedo las grandes obras realizadas por el actual gobierno municipal será imposible, porque en ninguna administración anterior se había llevado la obra pública a lo más recóndito de la sierra. 

Hoy las Cosas se Hacen Diferentes, se trata de un gobierno municipal cercano a la gente que lleva los beneficios de manera directa a las familias. Un Gobierno que consulta a las mayorías sobre la decisión de la obra pública a realizar, que no cobra ningún solo peso, es decir que esta se realiza al 100 por ciento con recursos del horario público como debe de ser, rompiendo con viejas mañas de solicitar aportaciones económicas como se hacía en el pasado. 

Jamás en la historia se habían construido tantos cuartos dormitorios para mejorar la calidad de vida de las familias como hoy. Enumerar las obras nos quitaría mucho tiempo, pero el mejor testigo de lo realizado son los habitantes de cada comunidad y el mejor juez de lo que ha logrado el presidente municipal contador público Ernesto Ruiz Flandes, es el mismo pueblo. 

Pero como todo, cuando se hacen las cosas bien y se trabaja con transparencia en el manejo de los recursos públicos, hay alguien quien siempre trata de denostar y de desprestigiar lo bueno que se está haciendo. Lo malo de todo esto es de que se utilice a la gente pobre, necesitada y mediante una paga económica los contraten para hacer un show mal planeado ante el Congreso del Estado para que con cartulinas del mismo color y con la misma letra se exijan cosas sin fundamento que ya nadie les cree.

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