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“Tú le pondrás por nombre Jesús”

LECTURA ORANTE DEL EVANGELIO
“LECTIO DIVINA”
LECTIO ¿QUÉ DICE EL SEÑOR?
Texto: Mt 1, 18-24
Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.

Notas para entender mejor lo que dice el texto:
1. En tiempos de Cristo entre los desposorios y la boda, aunque ya eran esposos, cada uno vivía en su casa.
2. Durante ese tiempo María concibió por obra del Espíritu Santo.
3. El hecho de que José no quiera ponerla sen evidencia, parecería que dudó de la pureza María; pero, por ser justo, no quiere ponerla en evidencia.
4. Sin embargo, ¿cómo dejarla en secreto cuando en un pueblo chico todo se sabe? Entonces no ponerla en evidencia o dejarla en secreto nada tiene que ver don denunciarla, sino que se trata de no revelar lo que ha sucedido en María, es decir que ha concebido por obra del espíritu Santo. Entonces, si José sabe esto: “No ponerla en evidencia” y “dejarla en secreto” es no revelar este misterio a los demás.
5. Pero entonces por qué José tiene dudas para recibir a María en su casa. En realidad, José no tiene dudas de María, sino cuál va a ser ahora su lugar o su misión. Esto es precisamente lo que el ángel le aclara: “Tú le pondrás por nombre Jesús”. Por tanto, tú serás su padre, por ti será hijo de David y el anunciado “Emmanuel, Dios con nosotros”.
6. La frase: “Hizo lo que le había mandado el ángel” es equivalente a lo que dijo María: “Hágase en mi según tu palabra”.

MEDITATIO ¿QUÉ NOS DICE EL SEÑOR?

El pasaje del evangelio de hoy lo podemos llamar: el anuncio del ángel a José. En el anuncio del ángel a María se dice que el ángel entró a donde ella estaba (cfr. Lc 1, 28); en el anuncio del ángel a José se dice que esto sucedió en sueños (cfr. Mt 1, 20). Son dos tradiciones evangélicas que nos cuentan cómo Dios intervino en la historia de José y María y cómo ellos respondieron a Dios sometiendo sus vidas sus designios.

En aquel entonces, cuando los jóvenes se casaban, primero eran los desposorios, es decir el matrimonio legal, con el que ya quedan legalmente constituidos como marido y mujer, pero todavía seguían viviendo cada uno en su casa, hasta el día de la Boda, es decir el día en el que el novio, acompañado de sus amigos, iba a la casa de la novia, que lo esperaba en compañía de sus amigas, para irse en procesión hasta la casa del novio para la celebración festiva de las bodas y desde este momento comenzaban a vivir juntos (cfr. Mt 25 1-12).

Ahora bien, resulta que, entre los desposorios y la boda de José y María: “Sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo”. Sin embargo, dice el evangelio que: “José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto”. Mucho se ha escrito suponiendo que José podría suponer un adulterio. En este sentido, “dejarla en secreto” significaría no condenarla y no recibirla en su casa; pero ¿acaso quedaba en secreto cuando un joven no recibía a su esposa en su casa? Dice un dicho popular que pueblo chico chisme grande. Cuando se dice que José era justo, no significa que fuera un simple cumplidor legal de la ley, sino un hombre fiel al designio de Dios, un hombre santo. Lo más probable es que José no ignoraba lo que estaba pasando en María, es decir que Dios ha intervenido en ella por obra del Espíritu Santo, pero no lo comprende en su plenitud o no sabe cuál es ahora su misión. Por eso: “Pensó dejarla en secreto”, es decir prefirió callar ante el misterio de la acción de Dios y esperar que se manifestara la voluntad de Dios.

Quizá José y María, como justos que eran delante de Dios, pensaban hacer una familia en la que se bendijera el nombre de Dios. En ningún pasaje de la Escritura se dice que ellos supieran lo que Dios iba a hacer en sus vidas, por tanto, lo más probable es que pensaban formar una santa familia; pero el plan de Dios rebasa todo lo previsto y les cambia sus planes. Las dudas de José, a primera vista, parecieran dudas acerca de María; pero más bien son dudas acerca de lo que él debe hacer, ahora que el Espíritu Santo se ha desposado con ella y ha concebido al Hijo de Dios. Por esto, José no sabe cuál es ahora su papel. Precisamente esas dudas las viene a despejar el ángel del Señor, en sueños, cuando le dice: “Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús”. En las palabras del ángel está la confirmación y explicación que José necesitaba porque el ángel le dice cuál es la misión que le toca asumir.

Hay que notar que el ángel le dice “Hijo de David”. Es importante esta frase porque explica una de las razones por las que fue escogido José para ser el padre de Jesús. San Pablo dice que el evangelio que él predica se refiere a Jesús; “Que nació, en cuanto a su condición de hombre, del linaje de David”. En efecto, estaba anunciado que el Mesías sería un hijo de David. Pues bien, para ser hijo de David, Jesús quiso ser hijo de José. Por eso el ángel le dice: “Tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Así pues, la misión de José es darle nombre y apellido a Jesús, es decir inscribirlo como hijo de David en la historia de Israel. En cambio, la misión de Jesús, como su nombre lo indica, es salvar al pueblo de sus pecados. Jesús, en el nombre lleva la misión porque Jesús significa salvador.

El evangelio haciendo referencia al profeta Isaías, dice que: “Esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros”. La Navidad es el cumplimiento de las promesas de Dios. Dios no sólo quiere comunicarse con nosotros, sino estar con nosotros y en nosotros. Para ello, Dios envió a su Hijo nacido de una mujer para rescatar a los que estamos bajo la ley a fin de hacernos hijos suyos (cfr. Ga 4, 4-6). Esto es lo más importante, la Navidad no son los adornos bonitos ni los regalos que intercambiamos, ni los buenos deseos, sino que Dios viene a nuestro corazón, está en nosotros, es Emmanuel.

En el anuncio del ángel a María, según san Lucas, María dice “Hágase en mí según tu palabra”. Aquí, el evangelio de san Mateo simplemente dice: “Cuando José despertó del sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a María en su casa”. José era un hombre que quería hacer la voluntad de Dios y la voluntad de Dios era que él, en la tierra, sería el Padre de su Hijo y el esposo de la esposa del Espíritu Santo. Desde entonces, José se convirtió en el custodio de los tesoros más preciados de Dios aquí en la tierra: su Hijo y su Madre y cuidó de ellos abnegadamente, protegiendo al niño y a su madre. A ella presentándola como su esposa, según la ley, y respetándola como esposa del Espíritu Santo.

ORATIO ¿QUÉ LE DECIMOS AL SEÑOR?

Señor Dios te bendecimos porque desde el principio de la historia has estado actuando en el mundo por medio de tu Espíritu Santo, pero sobre todo en la encarnación de tu Hijo Jesucristo nuestro Señor en el vientre de la Santísima Virgen María. Concédenos la gracia de que, como José, seamos justos y siempre estemos atentos para descubrir, callar y postrarnos en adoración ante la encarnación y nacimiento de tu Hijo.

Gracias Señor porque, como lo hiciste con José, tú nos descubres por diversos modos el designio de tu amor para cada uno de nosotros, es decir la misión que nos tienes encomendada y que al descubrirla no debemos dudar en llevarla a cabo porque nos convertimos en colaboradores de tu voluntad salvífica en favor nuestro y en favor de los demás.

OPERATIO ¿QUÉ NOS PIDE EL SEÑOR?

El Señor nos pide que seamos justos, no por ser cumplidores de la ley, sino santos y fieles al designio de Dios que se nos revela en los acontecimientos de la historia, del mundo, de nuestro entorno, en nuestra historia personal y en la historia de nuestros hermanos más cercanos y necesitados de nosotros, sobre todo de nuestro amor.

El Señor nos pide que ante los misterios que no podemos comprender nunca dudemos de él, de su designio y de sus promesas, así como de su presencia y de su acción salvadora. Especialmente el Señor nos pide que, como José, recibamos a María con su Hijo ya concebido y lo acojamos en nuestra casa, es decir en nuestro corazón.

El Señor nos pide también que, como José, una vez que entendamos cual es la voluntad de Dios, la llevemos a la práctica con toda decisión, valentía y entrega. Que, por intercesión de san José y de la Santísima Virgen María, Cristo nazca en nuestros corazones en esta Navidad. Que en la Navidad podamos decir “Emmanuel, Dios está con nosotros”. ¡Que así sea!

+ Mons. José Trinidad Zapata Ortiz
VIII Obispo de Papantla

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