“El canto que nace de la esperanza”, padre Leno.

Misantla, Ver., a 3 de febrero del 2019.- Este sábado la iglesia católica celebró la presentación del niño Jesús, en que liturgia explica que con ese rito, a los 40 días de nacer, el Señor fue ostentado en el templo para cumplir la ley, pero sobre todo para encontrarse con el pueblo creyente, lo que significa el encuentro de Dios con su pueblo que despierta la alegría y renueva la esperanza. 

El cura don José Eleno Jiménez Cruz, dijo que esta fecha para muchos es la fiesta de las luces, por ser un acontecimiento que se vive en todo el mundo, enunciando que Jesucristo es la luz del mundo. 

“Siguiendo las palabras de Simeón, que Él -Jesús- era la luz que viene a iluminar a todo el mundo, y Jesucristo como la luz de Dios que viene a iluminar a todo este globo terráqueo es lo que se celebra en esta fecha. La familia como todos los seres humanos nos valemos del conocimiento y esto nos da una certeza que caminamos con seguridad, que vamos bien y el conocer a la sagrada familia, a José y a María, verlos con el niños Dios con toda la entrega, la sencillez que de ser padres, y viviendo ese compromiso, tenemos que mirar, poner nuestros ojos en la sagrada familia”. 

El padre Leno, expreso que para ser como Simeón debemos esperar con fe los signos de los tiempos, el decir esto es depositar nuestro corazón y alma en la luz que es Jesucristo, el que mueve la fe en nuestras necesidades. 

“Mientras esperaba estaba en el templo haciendo oración, atento a la palabra de Dios, entonces la oración, la palabra, la presencia de Dios en su vida, fue como una preparación para estar capacitado, y ver la grandeza de Dios a través de un pequeño niño. También nosotros como Simeón debemos estar preparados en la vida”. 

Finalmente expuso que acompañemos a Jesús en el encuentro con su pueblo, a estar en medio de su pueblo, no en el lamento o en la ansiedad de quien se olvidó de profetizar porque no se hace cargo de los sueños de sus mayores, sino en la alabanza y la serenidad; no en la agitación sino en la paciencia de quien confía en el Espíritu, Señor de los sueños y de la profecía, y así compartamos lo que no nos pertenece; “el canto que nace de la esperanza”.