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La riqueza de Fidel Herrera

Por: Luis Velázquez
•Según los quisquillosos (y que uno se resiste a creer), la fortuna del góber fogoso asciende a mil millones de dólares
•Cuentas bancarias en Londres, Nueva York y bancos muy nacionales…

Ahora que Fidel Herrera (FH) anda tan acelerado con el Maximato en Veracruz tipo Plutarco Elías Calles y Antonio López de Santa Anna, algunos priistas echan cuentas:

Uno. A la fecha, la deuda pública del gobierno del estado asciende a unos 40 mil millones de pesos.

Dos. Al cuarto para las doce, en el año 2010, hacia el fin del sexenio, FH solicitó un préstamo de diez mil millones de pesos.

De entrada, habría de recordar que el titular de SEFIPLAN era Salvador Sánchez, el familiar de Manlio Fabio Beltrones, que se negó a firmar el préstamo.

Entonces, renunció al cargo y fue ungido Antonio Ferrari Cazarín, cuyo único acto de gobierno fue suscribir el crédito de los 10 mil millones de pesos, a cambio, incluso, de que sería ratificado en SEFIPLAN en el gobierno de Javier Duarte.

Tres. Según los quisquillosos, incrédulos y agnósticos (y lo que uno se resiste a creer a pie puntillas) la fortuna de FH asciende hoy a unos mil millones de dólares, lo que traducido al español significan unos 13 mil millones de pesos.

Cuatro. Si la deuda pública hoy, en el cuarto año del duartismo, es de unos 40 mil millones, nada significan para los 13 mil millones de fortuna de FH.

Cinco. Con tanto dinero, FH experimentaría el síndrome de los nuevos ricos, es decir, andar de ocioso y pensar como un ser ocioso, entrampado con el dinerito.

Es decir, la misma pregunta que Vladimir Ilich Ulianov, mejor conocido como Lenin en la revolución rusa, se preguntaba en su famoso librito “¿Qué hacer?”.

EL HIJO QUE SE PEGÓ UN TIRO…

El biógrafo de FH cuenta la historia de Carlos Trouyet, aquel magnate telefónico del siglo pasado que tenía tres hijos, dos de los cuales murieron de forma fatídica.

Uno sobrevivió y Carlos Trouyet le heredó 800 millones de dólares.

Un día, el tercer hijo descubrió que en su cuenta bancaria sólo quedaban 5 millones de dólares y, ni hablar, se suicidó.

Por eso, y para evitar desaguisados, y como dicen los notarios públicos, que cada jefe de familia arregle bien su herencia, pero en vida.

DE LOS BANCOS EN LONDRES A NUEVA YORK

Mientras tanto, la pregunta de los priistas ociosos sería dónde diablos tiene FH su (presunta) fortuna.

Y en automático dan una presunta respuesta, en caso, claro, de ser tal cual:

Una. Igual que otros políticos de Veracruz y del país, el dinerito estaría guardado, chambeando incluso en el mundo bursátil, en bancos ubicados en Londres.

Otros, en bancos de Nueva York.

Otros más, en bancos muy nacionales.

EN CADA PROCESO ELECTORAL RESUCITAN LA CIZAÑA

En los primeros días del año 2004, cuando tomara posesión, y/o en las primeras semanas del año 2005, FH publicitó su declaración patrimonial, y aun cuando la trepó hasta en las redes sociales sólo permaneció un ratito y la retiraron.

Hacia el final del sexenio, y como lo establece la ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos, nunca, jamás, volvió a ocuparse del asunto.

En contraparte, priistas osados y temerarios aseguraban que FH había terminado el sexenio con más riqueza, incluso, que Miguel Alemán Velazco, rico de nacimiento, de abolengo y prosapia.

Ahora, y en medio de las aguas turbulentas de la elección de candidatos a diputados federales, los quisquillosos han lanzado la nueva versión alrededor de su fortuna, partiendo de la deuda pública que dejara.

Por eso, en Brasil, Lula de Silva acuñó su frase bíblica ahora cuando su discípula, Dilma Roussef, busca la reelección, en el sentido de que ya estaba harto de que siempre en tiempo electoral aparecían en los medios viejas y antiguas acusaciones para denostar a los enemigos y adversarios como él y su heredera en el cargo presidencial.

Pero, bueno, tales cizañas, como dice el refrán popular, hacen a FH “lo que el viento a Juárez”.

Ajá.

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