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Nueva York legaliza la muerte asistida tras acuerdo histórico entre el Ejecutivo y el Legislativo

La ley entrará en vigor seis meses después de su firma, con estrictos controles y salvaguardas
Estados Unidos, a 17 de diciembre de 2025.- La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció que firmará la ley que permite la muerte asistida en el estado, tras un acuerdo con la legislatura local. Con esta decisión, Nueva York se suma a otras 12 jurisdicciones de Estados Unidos que han legalizado esta práctica bajo criterios médicos, éticos y legales estrictos. La normativa está dirigida a personas con enfermedades terminales y un pronóstico de vida menor a seis meses, e incorpora mecanismos de control para evitar abusos.

Un acuerdo que marca un parteaguas legal y social

Este miércoles, la gobernadora Kathy Hochul confirmó que convertirá en ley el proyecto aprobado previamente por la Asamblea estatal y el Senado de Nueva York, impulsado por la asambleísta Amy Paulin y el senador Brad Hoylman-Sigal. La iniciativa, debatida durante casi una década, culmina un largo proceso legislativo iniciado en 2016, periodo en el que fue sumando apoyos tanto políticos como sociales.

De acuerdo con una encuesta realizada en 2024 por la organización Death with Dignity, el 72 % de los neoyorquinos se manifestó a favor de permitir la muerte asistida en circunstancias médicas controladas, lo que influyó de manera decisiva en la consolidación del consenso legislativo.

Postura de la gobernadora: convicción personal y responsabilidad pública

Kathy Hochul, quien se ha declarado católica, reconoció que la decisión representó un profundo conflicto personal y moral. En una carta abierta publicada el mismo día del anuncio, la mandataria admitió que el debate tocó convicciones religiosas y éticas, pero subrayó que su deber es legislar para los más de 20 millones de habitantes del estado.

“Escuché a neoyorquinos que atraviesan momentos de dolor y sufrimiento, así como a sus hijos, que presencian el deterioro lento y devastador de sus padres”, expresó Hochul, al explicar que la ley busca ofrecer una opción compasiva y regulada a quienes enfrentan enfermedades irreversibles.

La gobernadora también recordó la experiencia personal de acompañar a su madre durante su lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), lo que le permitió comprender la dimensión humana del sufrimiento prolongado.

Alcances, requisitos y salvaguardas de la nueva ley

La legislación permitirá que personas adultas con enfermedades terminales y un pronóstico médico menor a seis meses puedan solicitar asistencia médica para morir. Entre las principales disposiciones se establece:

· Un periodo obligatorio de espera de cinco días entre la prescripción del medicamento y su entrega.

· La solicitud oral del paciente deberá quedar registrada en audio o video.

· La evaluación inicial del paciente deberá realizarse de manera presencial por un médico.

· El beneficio se limitará exclusivamente a residentes del estado de Nueva York.

· Se contemplan sanciones profesionales en caso de uso indebido de la ley.

Además, los centros de atención sanitaria contarán con un plazo de seis meses, tras la firma de la ley, para capacitar a su personal y adecuar sus protocolos conforme a las regulaciones que emitirá el Departamento de Salud.

La normativa también respeta la objeción de conciencia, permitiendo que instituciones de cuidados paliativos con orientación religiosa decidan si participan o no en el proceso.

Reacciones políticas y contexto nacional

El senador Brad Hoylman-Sigal calificó la aprobación como “una victoria monumental para cada neoyorquino que ha deseado poner fin de manera pacífica al sufrimiento causado por una enfermedad terminal”. Subrayó que la ley no obliga, sino que ofrece una opción regulada y digna.

Con esta decisión, Nueva York se suma a estados como Oregón, que en 1994 se convirtió en el primero en legalizar el suicidio asistido por un médico mediante referéndum, sentando un precedente nacional en materia de derechos al final de la vida.

Un debate abierto entre ética, fe y derechos humanos

La aprobación de esta ley reabre el debate social y ético sobre el derecho a morir con dignidad. Hochul fue enfática al señalar que respeta profundamente a quienes se oponen por motivos religiosos o morales, reconociendo la diversidad de creencias en la sociedad neoyorquina.

Sin embargo, defendió que la legislación está diseñada para aplicarse únicamente en circunstancias muy específicas, con protecciones sólidas que impidan su uso indiscriminado.

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