México, a 13 de diciembre de 2025.- El Gobierno de México informó que logró un acuerdo con Estados Unidos respecto al cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944, luego de una serie de reuniones bilaterales motivadas por la amenaza del presidente Donald Trump de imponer un arancel del 5% a productos mexicanos. El entendimiento contempla la liberación controlada de agua para el ciclo actual, en un contexto de sequía extraordinaria, priorizando el consumo humano y la producción agrícola nacional.
Diálogo diplomático en un contexto de presión internacional
La negociación entre México y Estados Unidos se desarrolló a lo largo de esta semana mediante reuniones virtuales encabezadas por el subsecretario para América del Norte y encargado del despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco. En el diálogo participaron también el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, y el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Efraín Morales, quienes expusieron la situación hidrológica crítica que enfrenta la región fronteriza.
Desde el inicio, el Gobierno mexicano sostuvo que no ha incurrido en violaciones al Tratado de Aguas de 1944, subrayando que las entregas realizadas han estado condicionadas por una sequía sin precedentes que afecta a ambos países.
Liberación de agua y compromisos concretos
Como resultado del encuentro, ambos gobiernos emitieron un comunicado conjunto en el que detallaron cinco puntos clave del acuerdo. Entre ellos destaca la intención de México de liberar 249.163 millones de metros cúbicos de agua para Estados Unidos, con entregas previstas a partir de la semana del 15 de diciembre.
Asimismo, se acordó revisar acciones específicas para atender el déficit excepcional del ciclo anterior, con el compromiso de finalizar un plan integral antes del 31 de enero de 2026. Las autoridades coincidieron en la necesidad de fortalecer la gestión oportuna del recurso hídrico y mantener una cooperación constante dentro del marco del tratado y de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA/IBWC).
Sequía, soberanía y equilibrio interno
El Gobierno de México enfatizó que las entregas adicionales realizadas se han efectuado sin comprometer el agua destinada al consumo humano ni a la producción agrícola nacional, especialmente en la franja fronteriza. Este punto fue central en las negociaciones, ante la presión ejercida por el presidente Donald Trump, quien el pasado 8 de diciembre acusó a México de incumplir el tratado y anunció la posible imposición de un arancel del 5% si no se liberaba el agua solicitada por agricultores texanos.
El acuerdo alcanzado busca desactivar ese escenario de confrontación comercial, al tiempo que preserva la soberanía hídrica y atiende las limitaciones operativas derivadas de la escasez de agua.
Un tratado vigente en tiempos de crisis climática
El Tratado de Aguas de 1944, firmado el 3 de febrero de ese año, regula el aprovechamiento de las aguas de los ríos Colorado, Tijuana y Bravo desde Fort Quitman, Texas, hasta el Golfo de México. Aunque ha sido un pilar de la relación bilateral durante décadas, el actual contexto de cambio climático y sequías prolongadas ha puesto a prueba sus mecanismos de cumplimiento y cooperación.

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