Animalistas advierten que la falta de conciencia ciudadana y la omisión institucional impiden erradicar su uso
Xalapa, Ver., a 21 de diciembre de 2025.- Aunque el uso de pirotecnia con ruido está prohibido en Xalapa y contempla multas que alcanzan hasta los 96 mil pesos, su utilización persiste, especialmente durante la temporada decembrina. Organizaciones animalistas, autoridades municipales y especialistas coinciden en que la aplicación de la norma enfrenta resistencias culturales, falta de denuncias y vacíos en la actuación gubernamental, mientras los efectos negativos se extienden a personas, animales domésticos y fauna silvestre.
Una prohibición que no logra imponerse
En Xalapa, la prohibición de la pirotecnia se mantiene más en el papel que en la práctica. A pesar de que el reglamento municipal establece sanciones económicas que van desde los 481 pesos hasta los 96 mil 220 pesos, el estallido de cohetes continúa siendo una constante en barrios, peregrinaciones religiosas y celebraciones públicas.
Las autoridades municipales reconocen que, aunque existe vigilancia, erradicar esta práctica resulta complejo debido a su arraigo cultural, particularmente en fechas festivas como Navidad y Año Nuevo.
La voz de los animalistas: omisión y falta de denuncias
Desde la perspectiva de las organizaciones civiles, el problema va más allá de la tradición. Lourdes Jiménez Mora, coordinadora del proyecto Acciones para el Respeto y Protección Animal (ARPA), señaló que la dificultad radica en la falta de conciencia ciudadana, la escasez de denuncias formales y, en algunos casos, la omisión de las autoridades.
Subrayó que cuando no existe evidencia clara o no se identifica el punto exacto de las detonaciones, es complicado actuar; sin embargo, cuestionó que en eventos plenamente identificables —como celebraciones religiosas o actos oficiales— no se apliquen sanciones, sentando precedentes de permisividad.
Un impacto que va más allá del ruido
La pirotecnia no solo genera molestias auditivas. Animalistas y médicos advierten que sus efectos incluyen estrés, ansiedad, extravío y lesiones en mascotas, afectaciones a la fauna silvestre, contaminación ambiental y riesgos directos para personas, como quemaduras e incendios.
En este contexto, la mayoría de los xalapeños, según activistas, se manifiestan en contra de esta práctica, al considerar que sus daños superan cualquier beneficio recreativo.
Responsabilidad compartida en el cuidado animal
Especialistas en protección animal insistieron en que, mientras la prohibición no se cumpla de forma efectiva, los dueños de mascotas tienen la responsabilidad de resguardarlas adecuadamente. Recomiendan habilitar espacios cerrados y seguros, reducir el ruido con música ambiental, asegurar puertas y ventanas, evitar amarrarlas y mantenerlas bajo supervisión constante, con acceso moderado a agua.
Advirtieron que los accidentes o extravíos de animales durante el uso de pirotecnia no solo son consecuencia de quien detona los cohetes, sino también de la falta de previsión de sus cuidadores.
La postura oficial: vigilancia limitada y llamados preventivos
El director de Protección Civil municipal, Enrique Fonseca Martínez, reconoció que, pese a los operativos coordinados con Seguridad Ciudadana y los avisos emitidos a agentes y subagentes municipales, el uso de pirotecnia no ha podido evitarse por completo.
Ante este escenario, la autoridad optó por reforzar las recomendaciones preventivas, principalmente dirigidas a padres de familia, para evitar que niñas y niños manipulen explosivos y se expongan a accidentes. También recordó que la regulación federal corresponde a la Secretaría de la Defensa Nacional, instancia encargada de los operativos a ese nivel.
La persistencia de la pirotecnia en Xalapa revela un choque entre la tradición y la regulación. Mientras no se traduzca la norma en acciones firmes y conciencia colectiva, el estruendo de los cohetes seguirá imponiéndose al derecho a un entorno seguro, saludable y respetuoso con la vida.

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