Ataque con cuchillo y bombas de humo sacude el centro de Taipéi: al menos tres muertos y siete heridos
Taiwán, a 19 d diciembre de 2025.- Un violento ataque perpetrado este viernes en el centro de Taipéi dejó al menos tres personas muertas y siete más heridas, una de ellas en estado crítico. El agresor, un hombre de 27 años identificado como Chang Wen, utilizó bombas de humo y un cuchillo de grandes dimensiones para atacar a transeúntes en la Estación Central y calles aledañas. Tras huir del lugar, el sospechoso se quitó la vida al saltar desde un edificio mientras era perseguido por la policía. El gobierno de Taiwán anunció medidas inmediatas para reforzar la seguridad y abrir una investigación a fondo.
Un ataque sorpresivo en el corazón de Taipéi
La tarde de este viernes, a las 17:24 horas locales (9:24 GMT), el centro de Taipéi se vio sumido en el caos luego de que se reportara el lanzamiento de bombas de humo dentro de la Estación Central, uno de los principales nodos de transporte ferroviario de la capital taiwanesa. El Departamento de Bomberos recibió la alerta inicial, lo que activó un amplio operativo de emergencia.
De acuerdo con los reportes preliminares, el humo obligó a suspender temporalmente el funcionamiento normal del servicio ferroviario, generando confusión entre los usuarios y facilitando la huida del agresor hacia una zona comercial cercana, donde continuó el ataque con arma blanca.
Víctimas mortales y heridos de gravedad
El saldo humano del ataque es grave. Una de las víctimas mortales fue un hombre de aproximadamente 50 años, quien sufrió un paro cardíaco presuntamente provocado por la inhalación de humo. A él se suma un segundo fallecido, de alrededor de 30 años, quien recibió una cuchillada mortal en el cuello.
Además, al menos siete personas resultaron heridas, una de ellas en estado crítico. Uno de los lesionados por arma blanca murió poco después de llegar al Hospital de la Universidad Nacional de Taiwán, según confirmó el propio centro médico, elevando la cifra total de fallecidos.
Las autoridades sanitarias mantienen bajo observación a los heridos, mientras equipos de apoyo psicológico han sido desplegados para atender a víctimas indirectas y testigos del ataque.
El agresor: huida, persecución y suicidio
En videos difundidos a través de redes sociales —y posteriormente verificados por la agencia EFE— se observa a un hombre vestido completamente de negro, portando lo que parece ser un chaleco táctico y un cuchillo de grandes dimensiones, atacando indiscriminadamente a personas que se cruzaban en su camino.
El alcalde de Taipéi, Chiang Wan-an, informó que el presunto agresor era un ciudadano taiwanés nacido en 1998, identificado como Chang Wen, quien figuraba también entre las víctimas mortales. Según la versión oficial, el hombre se suicidó al saltar desde un edificio mientras era perseguido por la policía.
Las autoridades revelaron además que Chang Wen tenía una orden de arresto vigente por haberse negado a cumplir con el servicio militar obligatorio, un dato que ahora forma parte de las líneas de investigación para esclarecer el trasfondo del ataque.
Reacciones oficiales y refuerzo de seguridad
Tras conocerse los hechos, el presidente de Taiwán, Lai Ching-te, expresó su consternación a través de su cuenta de Facebook y aseguró que el Gobierno hará “todo lo posible” para garantizar la seguridad de la población. Anunció también la apertura de una investigación exhaustiva para determinar los motivos detrás del ataque.
Por su parte, el primer ministro Cho Jung-tai informó que instruyó a los cuerpos policiales a reforzar de inmediato la seguridad en estaciones de tren, terminales de transporte y otros puntos de alta afluencia de viajeros en toda la isla, como medida preventiva ante posibles actos similares.
Un hecho que sacude la percepción de seguridad
El ataque ha generado una profunda conmoción en una ciudad considerada tradicionalmente como una de las más seguras de Asia. Analistas y ciudadanos coinciden en que el uso combinado de bombas de humo y arma blanca evidencia una planificación destinada a provocar pánico, paralizar servicios clave y maximizar el impacto psicológico.
Mientras avanzan las investigaciones, el caso reabre el debate sobre la seguridad en espacios públicos, la atención a la salud mental y los mecanismos de prevención de la violencia extrema en entornos urbanos densamente poblados.




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