Riesgo sanitario y económico para el sector ganadero ante posibles restricciones a la movilización de ganado
Por Arquímedes González.
Misantla, Ver., a 29 de diciembre de 2025.- El médico veterinario Gustavo Salazar Grosskelwing alertó sobre el incremento de casos de gusano barrenador en Misantla y municipios cercanos, una problemática que, aunque no cuenta con cifras oficiales precisas, se presenta con mayor frecuencia y comienza a normalizarse nuevamente en la región. El especialista llamó a reforzar las medidas de control, la prevención y el reporte formal de los casos, ante el riesgo sanitario y económico que representa para el sector ganadero y la economía local.
Casos en aumento y subregistro oficial
Al hacer un balance del cierre de 2025, el veterinario misanteco explicó que no cuenta con cifras oficiales exactas, ya que los reportes formales son manejados por el Comité de Protección Pecuaria (CPA). No obstante, estimó que los casos oficialmente registrados podrían ubicarse entre 15 y 20, aunque reconoció que esta cifra no refleja la realidad del problema.
“Lo importante no son los números exactos, sino que los casos ya son mucho más frecuentes. Hoy es común encontrar reportes no oficiales en prácticamente todas las zonas del municipio y en municipios cercanos”, señaló, al advertir que la infestación en heridas de animales se ha vuelto cada vez más recurrente.
Una enfermedad que vuelve a ser parte de la rutina
Salazar Grosskelwing subrayó que el gusano barrenador ha comenzado a normalizarse nuevamente, lo que representa un retroceso sanitario. “Ya está pasando lo que habíamos platicado antes: se ha vuelto otra vez endémica, otra vez normal y parte de la vida diaria, hasta que se tomen medidas reales para su erradicación”, afirmó.
Esta situación, dijo, debe encender las alertas no solo entre productores, sino también en autoridades sanitarias y población en general, debido al impacto que puede generar si no se atiende de manera oportuna.
Riesgos para el sector ganadero y la economía regional
El especialista advirtió que el problema no se limita a la salud animal, sino que puede derivar en consecuencias económicas graves. Recordó que en la zona sur del país, considerada de alta incidencia, ya se han aplicado restricciones a la movilización de ganado hacia el norte, uno de los principales mercados de consumo.
“Si la incidencia aumenta lo suficiente, podrían aplicarse las mismas medidas aquí, lo que implicaría congelar la movilización de ganado y generar gastos extra en la producción”, explicó. Esto, añadió, afectaría tanto al sector primario como a los sectores secundarios que dependen de la actividad ganadera.
Medidas de control: contención, no erradicación
Aunque recalcó que todavía es posible implementar acciones de control, Salazar Grosskelwing fue claro en que, por ahora, estas solo funcionan como mecanismos de contención. Entre ellas mencionó el cuidado riguroso de heridas, evitar infecciones, reportar los casos y el uso de trampas promovidas por Senasica.
“Hasta que se liberen moscas estériles de manera constante, podremos hablar realmente de un inicio de erradicación”, puntualizó, al tiempo que reiteró la importancia de generar estadísticas reales mediante reportes oficiales.
Llamado a la corresponsabilidad social
Finalmente, el veterinario enfatizó que el problema afecta a toda la sociedad, incluso a quienes no están directamente vinculados al sector ganadero. “El dinero que genera el sector primario beneficia también a los sectores secundarios. Si se detiene la movilización del ganado, el impacto económico nos alcanza a todos”, advirtió.
Por ello, hizo un llamado a productores y ciudadanos a no tener miedo de reportar los casos. “A mí me reportan muchos casos y los ayudo a hacer el trámite oficial. Solo así podremos dimensionar el problema y enfrentarlo de manera adecuada”, concluyó.
La advertencia deja en claro que la prevención, el reporte y la acción coordinada son claves para evitar que esta problemática se agrave en 2026.
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