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Sentencian a 82 años de prisión a Alfonso N., alcalde de Amacuzac que gobernaba desde la cárcel

El exalcalde fue encontrado culpable de delincuencia organizada, delitos contra la salud y secuestro agravado
Morelos, a 17 de noviembre de 2025.- La Fiscalía General de la República obtuvo una sentencia de 82 años y seis meses de prisión, además de una multa superior a 1.2 millones de pesos, contra Alfonso N., alcalde de Amacuzac, Morelos, conocido por haber ejercido el poder municipal desde un penal federal. El exfuncionario fue declarado culpable de delincuencia organizada, delitos contra la salud y secuestro agravado, tras una investigación que lo vincula con el grupo criminal “Los Rojos”.

Un alcalde detenido que mantuvo el poder

La historia de Alfonso N., también identificado como Miranda Gallegos, es uno de los episodios más singulares de la política municipal en México. Detenido el 6 de mayo de 2018, en plena campaña electoral, fue acusado de delincuencia organizada, delitos contra la salud y secuestro. Pese a ello, ganó los comicios y se convirtió oficialmente en presidente municipal de Amacuzac, una región marcada por la operación del grupo delictivo “Los Rojos”.

Aunque permanecía recluido en el Centro Federal de Reinserción Social No. 14, en Gómez Palacio, Durango, las estructuras locales lo mantuvieron como figura de referencia. El síndico asumió las funciones administrativas, pero versiones periodísticas indican que el alcalde seguía gobernando: inauguraba obras, tomaba decisiones y hasta dio el Grito de Independencia de forma remota desde prisión.

La sentencia: Un fallo que cierra una década de señalamientos

El domingo 16 de noviembre, la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) informó que obtuvo una sentencia condenatoria contra Alfonso N. En su boletín, la dependencia detalló que el exalcalde fue declarado penalmente responsable por delincuencia organizada —en la hipótesis de delitos contra la salud y secuestro—, así como por secuestro agravado.

Las investigaciones indican que el ahora sentenciado participó en el secuestro de una víctima en junio de 2013, en Amacuzac, Morelos, un hecho que reforzó su vínculo con la estructura criminal que controla buena parte de la región limítrofe entre Cuernavaca e Iguala.

El Juez Sexto de Distrito en Coahuila, con sede en La Laguna, dictó una pena de 82 años y seis meses de prisión, además de una multa de 1 millón 225 mil 910 pesos.

Un contexto marcado por desapariciones y violencia

La sentencia se emite en un momento en el que el país enfrenta un panorama complejo en materia de seguridad. Datos recientes de la Secretaría de Marina (Semar) revelan que actualmente existen 57 marinos desaparecidos en 15 estados del país, un recordatorio de los múltiples frentes abiertos en la lucha contra el crimen organizado.

En ese contexto, el caso de Amacuzac se convierte en un símbolo de cómo las estructuras criminales logran infiltrarse en las instituciones locales, manteniendo influencia incluso desde las cárceles de máxima seguridad.

El caso miranda gallegos en perspectiva

La figura del exalcalde representa una mezcla de anomalía política y normalización del poder criminal. Su capacidad de mantener presencia pública a pesar de estar en prisión exhibe no sólo los vacíos institucionales, sino también la fragilidad de los municipios ante organizaciones violentas con arraigo territorial.

La sentencia, aunque histórica, deja abiertas preguntas sobre la gobernabilidad en zonas donde grupos delictivos dictan la dinámica social y política. Para la ciudadanía, este fallo es un mensaje de que la impunidad puede enfrentarse, aunque tardíamente.

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