Alarma sanitaria en Misantla: especialistas advierten aumento de diabetes, hipertensión y obesidad infantil

Sedentarismo y comida chatarra, las raíces de una crisis que crece silenciosamente

Por Arquímedes González.

Misantla, Ver., a 24 de noviembre de 2025.- El Dr. José Luis Hernández Gómez alertó sobre el notable incremento de enfermedades crónico-degenerativas en niños y jóvenes de Misantla, fenómeno asociado al sedentarismo, el uso excesivo de dispositivos electrónicos y el consumo constante de alimentos ultraprocesados. El especialista exhortó a autoridades y familias a impulsar cambios de hábito y a regresar al consumo de productos orgánicos y regionales como vía para recuperar la salud comunitaria.

Salud infantil en riesgo: diagnóstico de una tendencia preocupante

El panorama descrito por el Dr. José Luis Hernández Gómez, especialista en enfermedades crónico-degenerativas, es contundente: cada vez más niños y adolescentes presentan diabetes, hipertensión, obesidad y dislipidemias. Estos padecimientos, antes asociados principalmente a adultos mayores, ahora se detectan en edades sorprendentemente tempranas.

“Actualmente el índice de la presencia de diabetes, hipertensión, obesidad y dislipidemias está en alza”, señaló. “En niños se visualiza una prevalencia con mayor incidencia, creemos, por los estilos de vida que llevamos: el sedentarismo y el aumento en el consumo de alimentos y bebidas chatarra”.

Este diagnóstico configura una alerta sobre la salud pública regional y plantea la urgencia de atender un fenómeno que avanza con rapidez.

Sedentarismo y dietas ultraprocesadas: la ecuación que enferma a la niñez

El especialista explicó que esta crisis tiene dos pilares centrales:

La mala alimentación, marcada por comida rápida y productos altos en glucosa y grasas;

El estilo de vida sedentario, asociado al uso extendido de celulares, tabletas, videojuegos y televisión.

“La mayoría de los niños, su pasatiempo es el celular, tablet, televisión. Son niños que no caminan, que están acostados, comiendo y viendo el celular”, detalló Hernández Gómez.

Para el médico, el entorno digital no solo sustituye la actividad física, sino que fomenta ansiedad y estrés, factores que incrementan el consumo compulsivo de alimentos chatarra.

Una responsabilidad que se comparte: hogar, escuela y gobierno

El Dr. Hernández Gómez subrayó que no se trata de un problema aislado, sino de un desafío que involucra a toda la estructura social.

“Yo creo que es responsabilidad de todos: del gobierno a nivel federal, estatal, municipal, pero también de la sociedad, de los papás en casa, de los maestros en la escuela”, afirmó.

Planteó que la solución debe partir de un cambio profundo de hábitos que promueva actividad física diaria, alimentación balanceada y mayor regulación en los entornos escolares.

Volver a lo natural: el valor de lo orgánico y regional

Para revertir esta tendencia, el especialista propone regresar a lo básico: alimentos naturales, frescos y de origen local. Considera que la comunidad debe mirar hacia los hábitos de generaciones anteriores, cuando la comida era menos procesada y más nutritiva.

“Lo primordial sería consumir lo orgánico, lo regional”, enfatizó.

Como ejemplo, recordó la diferencia entre una gallina de rancho y un pollo de engorda industrial:

“El caldo de gallina de rancho es un alimento orgánico… [El pollo de granja] es blandito, pero sabemos que contiene muchos [elementos] para su crecimiento. Todo eso que al animal le dan para crecer de manera rápida, indirectamente nosotros lo estamos consumiendo”.

Según el especialista, esta transición hacia alimentos locales no solo mejora la salud, sino que fortalece las economías familiares y reduce la dependencia de productos ultraprocesados.

Las declaraciones del Dr. José Luis Hernández Gómez fueron emitidas en una entrevista realizada esta semana en Misantla, como parte de una serie de análisis sobre salud pública en la región. El especialista llamó a las instituciones educativas, autoridades municipales y familias a emprender estrategias inmediatas que impulsen actividad física y una alimentación natural, a fin de frenar el avance de enfermedades crónico-degenerativas en niños y jóvenes.

Con este llamado, se abre una invitación urgente a que la comunidad adopte medidas preventivas y refuerce la cultura del bienestar desde la infancia.