Doce años del colapso del puente Misantla: la tragedia que unió a un pueblo y dejó un legado de esperanza
Misantla, Ver., a 13 de septiembre de 2025.- Este sábado 13 de septiembre se cumplen 12 años de aquel día que cambió la vida de los misantecos para siempre. Era un viernes por la mañana, las primeras luces apenas comenzaban a iluminar la ciudad, cuando la tormenta tropical Ingrid descargaba sobre Misantla lluvias torrenciales. Cerca de las 6:00 a.m., el aproche del puente Rafael Murillo Vidal no resistió la fuerza del río desbordado y colapsó. Por fortuna, en ese momento no circulaba ningún vehículo, evitando una tragedia mayor, pero la ciudad quedó incomunicada con la capital del estado y varias localidades de la sierra.
En aquellos días, el presidente municipal Javier Hernández Candanedo y el diputado local Heber Carballo Salazar se mostraron preocupados por la población y se movieron con rapidez para gestionar ayuda. El gobernador Javier Duarte prometió que los trabajos para rehabilitar el aproche estarían concluidos en dos meses, pero mientras tanto, la vida de los misantecos cambió drásticamente.
Durante más de un mes, la ciudad permaneció aislada por vía terrestre. La población tuvo que enfrentar una rutina de desplazamientos peligrosos, cruzando el río con riatas, improvisando puentes de madera y escalera, mientras brigadas de vecinos ayudaban a transportar víveres, medicinas y productos básicos. La solidaridad se convirtió en un hilo conductor que unió a toda la comunidad. Cada vecino que ayudaba a otro era un testimonio de fraternidad: desde quien ofrecía un alimento hasta quienes coordinaban la logística para que las familias pudieran moverse sin riesgos.
“Recuerdo que todos nos pusimos manos a la obra. No había tiempo para rencores ni diferencias. La prioridad era ayudar al que estaba más cerca de nosotros”, recuerdan aún vecinos, residentes de la colonia Puerto Palchan. “Vimos cómo la comunidad se convirtió en una gran familia”.
En medio de esta emergencia surgieron historias que quedaron grabadas en la memoria colectiva. Una de las más emotivas fue el parto de Heidi Mariana Fuentes. Durante la tormenta, al dirigirse con su esposo hacia la clínica para dar a luz, se dieron cuenta de que el colapso del puente hacía imposible su paso. Protección Civil y vecinos improvisaron un espacio seguro y proporcionaron herramientas para que la doctora Reina Mendoza atendiera el nacimiento. La bebé fue llamada Ingrid, en honor al huracán que acompañó su llegada al mundo. Doce años después, Ingrid celebra su cumpleaños sana y fuerte, símbolo de esperanza y resiliencia para Misantla.
Los trabajos de rehabilitación del puente estuvieron a cargo de Arturo Quirarte Vargas, comisionado por el entonces titular de la Secretaría de Obras Públicas, Gerardo Buganza Salmerón. La reconstrucción no solo implicó esfuerzo físico y técnico, sino también la recuperación emocional de una ciudad que, de repente, se sintió aislada y vulnerable.
El colapso del puente Rafael Murillo Vidal no solo dejó un vacío físico, sino que también desnudó la vulnerabilidad de la ciudad frente a fenómenos naturales. Sin embargo, también reveló la capacidad de la comunidad para unirse, para enfrentar la adversidad con solidaridad, ingenio y valentía. La memoria de aquel 13 de septiembre de 2013 sigue viva: la imagen del río embravecido, las escaleras improvisadas, las manos tendidas para ayudar, y la esperanza que renace en cada acto de ayuda.
Hoy, a 12 años de distancia, Misantla ha reconstruido no solo su puente, sino también su confianza en la cohesión social y la resiliencia colectiva. Cada generación que escucha la historia aprende que, incluso ante la adversidad más brutal, la solidaridad humana puede abrir caminos donde antes solo había obstáculos.
El puente pudo derrumbarse aquel día, pero en el corazón de cada misanteco, en la historia de Ingrid y en las manos que ayudaron a cruzar el río, quedó grabado un mensaje eterno: la vida siempre encuentra su camino, y la esperanza se construye en comunidad.
No hay comentarios