México, a 5 de mayo del 2025.- La miel es uno de los productos naturales más antiguos utilizados por la humanidad, reconocida por sus múltiples beneficios para la salud, su poder energético y sus aplicaciones medicinales y cosméticas. Sin embargo, en los últimos años, la adulteración de la miel se ha convertido en una preocupación creciente tanto para consumidores como para productores apícolas.
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la miel auténtica, elaborada por abejas a partir del néctar de las flores, cuenta con propiedades antibióticas, antioxidantes y curativas. Su consumo moderado puede contribuir a aliviar síntomas respiratorios, mejorar la digestión e incluso acelerar la cicatrización de heridas.
No obstante, especialistas advierten que una gran parte de la miel que se comercializa en el país no es pura, ya que suele ser adulterada con jarabes de maíz, glucosa comercial o azúcar refinada. Esta práctica no solo devalúa el producto, sino que representa riesgos para la salud, sobre todo en personas con diabetes o enfermedades cardiovasculares.
El académico Ángel López Ramírez, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, explica que una de las maneras más efectivas para detectar si una miel es natural consiste en observar su cristalización. “La miel pura tiende a solidificarse con el paso del tiempo; si permanece líquida por mucho tiempo, podría estar alterada”, señala.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) también ha emitido recomendaciones para que los consumidores identifiquen una miel auténtica:
· Cristalización natural: La miel genuina se solidifica en semanas o meses.
· Prueba del agua: Si al colocar una cucharadita de miel en un vaso con agua esta se disuelve de inmediato, no es pura.
· Aroma y sabor: La miel natural tiene un aroma floral distintivo y un sabor intenso que puede perderse al ser adulterada.
· Textura: Con el tiempo, la miel pura se torna más densa; la miel falsa mantiene una textura líquida constante.
Si bien es un edulcorante natural con mayor poder endulzante que el azúcar refinada, la miel no debe ser consumida por personas con diabetes ni por quienes padecen alergias al polen, ya que puede contener trazas del mismo.
Además del riesgo para la salud, la adulteración de miel —en particular, la importación de miel barata y falsificada desde países como China— representa una amenaza directa para los apicultores mexicanos, quienes enfrentan una competencia desleal que afecta la producción local y el sustento de miles de familias rurales.
Al adquirir miel, es preferible comprarla directamente a productores locales, quienes ofrecen garantías sobre su origen. También se recomienda conservarla en recipientes bien cerrados, en un lugar fresco y seco, lejos del sol.
La próxima vez que disfrutes de este dulce natural, asegúrate de que sea auténtico. Tu salud, y la de miles de abejas, lo agradecerán.
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