Armadillo 2025: cuando la montaña se rindió ante los pasos de África y el corazón potosino
San Luis Potosí, a 25 de mayo del 2025.- El sol apenas despuntaba sobre los cerros de Armadillo cuando ya se escuchaban las pisadas firmes sobre el asfalto. Algunos venían desde el otro lado del mundo, otros desde la siguiente comunidad, pero todos con el mismo objetivo: conquistar el Medio Maratón Armadillo 2025.
Y es que, entre música de banda, porras improvisadas y la bruma matinal del semidesierto, 1,600 corredores desafiaron sus propios límites bajo el lema “¡Corre, Vive, Rómpela!”, en una edición que marcó historia no solo por los tiempos, sino por el alma que se respiró en cada metro recorrido.
Los reflectores se los llevaron ellos, los que vienen de lejos y corren como si el viento les hablara al oído. Bonyface Kiplagat Fangogo, de Kenia, ganó los 21 kilómetros sin titubeos, con un tiempo demoledor de 1 hora 11 minutos 43 segundos. A su espalda quedó el potosino Kalid Galván, que nunca se rindió y cruzó con 1:13:45, seguido del campeón del 2024, Edson Soldevilla, que esta vez mordió el tercer lugar con 1:14:32.
En la rama femenil, fue el turno de Rose Jepkorir, otra keniana imbatible que hizo suyo el recorrido en 1:27:27. Su compatriota Marceline Kipkemoi intentó no perderle el paso (1:29:42), mientras la potosina Aidé Laura Hernández, que el año pasado fue reina, se mantuvo digna en el tercer sitio con 1:32:56.
Pero la batalla no solo fue en la élite. Mientras los internacionales se llevaban los 21K, los 15 kilómetros se pintaron de sabor local, con corredores que conocen el terreno mejor que nadie.
Sebastián de Jesús Alonso, del equipo Endek, cruzó la meta con el rostro empapado y una sonrisa de alivio: 53:42, el mejor tiempo. Le siguieron Israel Arcos (54:03) y Alfredo Ayala (54:05), quienes también dejaron claro que el atletismo potosino sigue dando frutos.
Entre las mujeres, Johana Mares Frías, del Quintanilla Team, se convirtió en la heroína del día: con 1:02:00, encabezó una terna completada por Zaida Colorado (1:05:28) y Leslie Jiménez (1:09:14).
Como ya es tradición, la plaza principal de Armadillo se volvió un carnaval atlético. Más de 2,500 asistentes se congregaron para recibir a cada corredor como un campeón. No importaba el lugar en la tabla, sino el esfuerzo, la entrega… y claro, los antojitos, la música, los abrazos y las selfies.
Se entregaron 65 mil pesos en premios, con 4,500 pesos para los campeones de la prueba reina, pero más allá del efectivo, los corredores se llevaron algo que no tiene precio: la ovación de un pueblo y la experiencia de haber corrido en uno de los maratones más pintorescos y retadores del país.
Porque en Armadillo no se corre solo por llegar. Se corre para encontrarse, para resistir, para vivir.
Y este 2025, África ganó… pero Potosí no se rindió.
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