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China responde con aranceles y sanciones a las medidas comerciales de Estados Unidos

China,
a 4 de abril del 2025.- El gobierno de China anunció este viernes la imposición de un arancel del 34 % a todos los bienes importados desde Estados Unidos, una respuesta directa a la medida similar adoptada por Washington un día antes. Esta acción marca una nueva escalada en la guerra comercial entre las dos principales economías del mundo y subraya el creciente distanciamiento en sus relaciones bilaterales.

El Ministerio de Comercio chino detalló que este gravamen forma parte de un conjunto de medidas dirigidas contra Estados Unidos, que incluyen restricciones a la exportación de materiales raros utilizados en la industria electrónica, aeroespacial y militar. Entre estos recursos se encuentran elementos esenciales como el samario, gadolinio, terbio, disprosio, lutecio, escandio e itrio.

En un comunicado oficial, el gobierno chino justificó estas restricciones argumentando que buscan "proteger la seguridad e intereses nacionales", así como "cumplir con las obligaciones internacionales sobre no proliferación". Analistas señalan que este movimiento afectará particularmente a sectores tecnológicos estadounidenses que dependen de estos minerales para la fabricación de chips, baterías y equipos de alta precisión.

Además de las medidas arancelarias, Beijing incluyó a 16 empresas estadounidenses en su lista de control de exportaciones. Entre ellas se encuentran High Point Aerotechnologies, Sierra Nevada Corporation y Universal Logistics Holdings, compañías que operan en sectores estratégicos como la defensa, la logística y la energía. China argumentó que estas empresas llevan a cabo "actividades que pueden poner en peligro la seguridad e intereses nacionales".

Paralelamente, otras 11 compañías fueron añadidas a la lista de entidades no confiables debido a su "cooperación militar con Taiwán". Entre las afectadas destacan Skydio, BRINC y SYNEXXUS, las cuales enfrentarán prohibiciones para invertir en China o realizar operaciones de importación y exportación con el país asiático.

"China siempre ha manejado la cuestión de la lista de entidades no confiables con cautela y sólo ha apuntado a un número muy pequeño de entidades extranjeras que ponen en peligro la seguridad nacional", indicó el Ministerio de Comercio en su declaración. Asimismo, reiteró que "las entidades extranjeras honestas y respetuosas de la ley no tienen nada de qué preocuparse".

Las tensiones comerciales entre Beijing y Washington han sido persistentes, y el tema de Taiwán ha sido un punto de constante fricción. La isla, que se gobierna de forma autónoma desde 1949 bajo el nombre de República de China, es considerada por Beijing como una "parte inalienable" de su territorio, mientras que Estados Unidos sigue siendo su principal proveedor de armamento y ha manifestado su disposición a defenderla en caso de un conflicto.

Las nuevas sanciones impuestas por China reflejan su descontento con la creciente cooperación militar entre Taiwán y Estados Unidos. La medida se produce en un contexto de creciente actividad naval en el estrecho de Taiwán, donde Washington ha incrementado su presencia militar como parte de su estrategia en el Indo-Pacífico.

El anuncio chino surge como respuesta directa a la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer un arancel del 34 % a productos chinos, alegando la necesidad de "reciprocidad" en los acuerdos comerciales. Esta medida se suma a un gravamen del 20 % ya existente sobre las importaciones chinas, lo que deja a los productos del gigante asiático enfrentando un total del 54 % en impuestos.

El Ministerio de Comercio de China calificó la medida de Washington como "una violación grave de las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)" y acusó a EE.UU. de "intimidación unilateral" que afecta la estabilidad del comercio global. "Instamos a Washington a corregir sus prácticas erróneas y cancelar de inmediato sus medidas arancelarias unilaterales", señaló el comunicado chino.

Además de afectar a China, la administración de Trump ha extendido los aranceles a otros países donde algunas empresas chinas han trasladado su producción, como Vietnam (46 %), Camboya (49 %) y Laos (48 %). Esta estrategia busca bloquear el acceso de productos de origen chino al mercado estadounidense mediante terceros países.

El recrudecimiento de la guerra comercial entre ambas potencias genera incertidumbre en la economía global. Expertos advierten que las restricciones a las exportaciones de tierras raras podrían impactar la producción de semiconductores y dispositivos electrónicos a nivel mundial, mientras que los altos aranceles en EE.UU. podrían provocar un aumento en los costos de bienes de consumo.

A medida que la confrontación económica se intensifica, el panorama para un posible acuerdo comercial entre China y Estados Unidos se torna cada vez más complejo. Las represalias mutuas reflejan un endurecimiento en las posturas de ambos gobiernos, en un conflicto que no solo afecta el comercio bilateral, sino que tiene implicaciones geopolíticas a nivel global.

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