“Aún tenemos un gran adeudo con la niñez”: Magistrada Lilia Viveros llama a reflexionar en abril sobre sus derechos
Veracruz, a 9 de abril del 2025.- En el contexto de la próxima celebración del Día de la Niñez, la magistrada María Lilia Viveros Ramírez, presidenta de la Octava Sala en Materia de Familia del Tribunal Superior de Justicia, recordó que México todavía enfrenta un serio adeudo histórico en el reconocimiento pleno de los derechos de niñas, niños y adolescentes, por lo que, afirmó, aún queda mucho trabajo por hacer.
Durante una entrevista radiofónica, la magistrada abordó la importancia de visibilizar la convención de los Derechos del Niño, firmada en 1989, en la cual se reconoció por primera vez de manera formal a los menores de 18 años como personas sujetas de derechos humanos. Si bien el documento fue adoptado por México, Viveros Ramírez señaló que el cumplimiento real de esos derechos aún presenta serias deficiencias.
“Abril es un mes ideal para reflexionar: no basta con regalar juguetes o celebrar un día en particular. La niñez requiere acciones concretas que garanticen su derecho a una vida digna, educación, salud, participación y, sobre todo, a ser escuchada”, expresó.
Durante la charla, también reflexionó sobre el concepto de adolescencia, explicando que es un término reciente en la historia humana, surgido en el siglo XX como resultado del aumento en la expectativa de vida. A diferencia de siglos anteriores donde se pasaba directamente de la niñez a la adultez, hoy se reconoce este periodo como una etapa clave para el desarrollo de la personalidad, la formación del criterio y la toma de decisiones.
“La adolescencia es un momento crucial, donde las figuras de autoridad —padres, madres, maestros, comunidad— deben actuar como guías. Es en esta etapa donde se forma el criterio entre lo que está bien y lo que está mal, y se consolidan los valores que definirán a la persona adulta”, explicó.
Viveros Ramírez también hizo hincapié en que las instituciones deben actuar con perspectiva de infancia y considerar siempre el interés superior del menor, sobre todo en los casos legales donde están involucrados. Señaló que en juicios familiares, especialmente cuando hay conflictos como divorcios o violencia vicaria, se suele dejar de lado la voz y el sentir de los menores.
“Los niños tienen derecho a ser escuchados, no como adultos, sino desde su mirada, con sus palabras y emociones. Nosotros como autoridades tenemos el deber de garantizar que su participación en procesos judiciales se dé en condiciones de protección y respeto”, añadió.
En el cierre del programa, se abordó el impacto que pueden tener contenidos mediáticos en la percepción de los adolescentes, como la reciente serie Adolescencia, que generó reacciones entre el público al tratar el caso de un menor involucrado en un crimen. La magistrada subrayó que, aunque se trata de un contexto distinto al mexicano, la serie invita a reflexionar sobre el rol de la familia y el entorno en la formación moral de los jóvenes.
“Desde los 12 años, los adolescentes pueden ser responsables penalmente. Es fundamental hablar con ellos, guiarlos y acompañarlos. Lo que hacen hoy, repercutirá en su vida futura. Eso es justamente el corazón del interés superior de la niñez”, concluyó.
La magistrada cerró con un llamado a madres, padres, docentes y autoridades a no perder de vista que cada etapa del desarrollo infantil es única, y que sólo mediante una sociedad informada, empática y comprometida se podrá saldar la deuda histórica con las infancias mexicanas.
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