Desastre ecológico en Quintana Roo: Calica destruye cenotes y falsea permisos
México, 11 de octubre de 2024. La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena Ibarra, reveló hoy durante la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum que la empresa minera estadounidense Calizas Industriales del Carmen (Calica), filial de Vulcan Materials, ha provocado una catástrofe ambiental en Quintana Roo. Bárcena denunció que Calica destruyó tres cenotes en la región y mintió en relación con los permisos otorgados para la extracción de piedra caliza.
Durante su intervención, Bárcena explicó que la empresa ha estado explotando roca caliza, un material usado principalmente en la construcción de carreteras en Estados Unidos, a través de una devastadora operación minera. La secretaria describió el impacto ambiental como un "desastre ecológico" que ha comprometido gravemente el ecosistema de la región, afectando particularmente los cenotes, formaciones naturales de agua dulce que representan un recurso vital para la biodiversidad local y las comunidades cercanas.
Uno de los aspectos más preocupantes del caso es que la extracción se realizó incluso por debajo del manto freático, lo que ha afectado la estabilidad de los cuerpos de agua subterráneos. Este tipo de prácticas mineras ilegales ha causado un desequilibrio ecológico severo, afectando no solo los cenotes, sino también la flora y fauna que depende de estos recursos naturales.
La región de Quintana Roo, reconocida mundialmente por sus cenotes, es un área de especial importancia ecológica y turística. La explotación indiscriminada de estos espacios podría tener repercusiones irreversibles tanto para el medio ambiente como para la economía local, que depende en gran medida del turismo ecológico.
Además del daño ambiental, Bárcena acusó a la empresa de haber simulado permisos para la extracción de materiales, engañando a las autoridades mexicanas. La funcionaria indicó que, tras una investigación exhaustiva, se descubrió que Calica no contaba con las autorizaciones necesarias para realizar actividades en áreas ecológicamente sensibles.
Este escándalo ha generado indignación entre grupos ambientalistas y la sociedad civil, quienes han exigido una rendición de cuentas por parte de la empresa minera. Alicia Bárcena aseguró que no se permitirá que continúen las operaciones de Calica en la zona y que se tomarán medidas legales para reparar el daño causado.
Esta situación se suma a la decisión del gobierno federal de clausurar las operaciones de la planta de Calica en la Riviera Maya, en lo que se ha descrito como un esfuerzo para frenar el deterioro ambiental en la región. La presidenta Sheinbaum y Bárcena enfatizaron la importancia de preservar los recursos naturales y de castigar severamente a las empresas que actúan en violación de las leyes ambientales.
La Semarnat presentará próximamente un plan de manejo ambiental para la zona afectada, con el fin de restaurar los ecosistemas dañados y garantizar que estos eventos no se repitan. Se espera que las autoridades locales y federales colaboren en un esfuerzo conjunto para mitigar los efectos de esta devastación ecológica.
El caso de Calica subraya los desafíos a los que se enfrenta México en la protección de su patrimonio natural frente a los intereses de grandes corporaciones internacionales. Este desastre ecológico representa una llamada de atención urgente sobre la necesidad de reforzar la legislación ambiental y de garantizar su aplicación estricta.
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