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León XIV anuncia intención de viajar a América Latina en 2026

Uruguay, Argentina y Perú también figuran entre sus posibles destinos
Ciudad del Vaticano, a 18 de noviembre de 2025.- El papa León XIV confirmó este martes su intención de realizar una gira por América Latina en 2026, expresando un especial deseo de visitar la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en México. Aunque la agenda del Jubileo 2025 impide por ahora la planificación detallada, el pontífice adelantó que la organización de los viajes apostólicos comenzará tras concluir el año jubilar. En su lista preliminar también mencionó Uruguay, Argentina y Perú.

Una declaración espontánea que despierta expectativas

A su salida de la residencia papal en Castel Gandolfo, el papa León XIV fue abordado por periodistas que preguntaron sobre la posibilidad de viajar a América Latina. Su respuesta —un claro “por supuesto”— resonó como una señal inequívoca de su disposición a reencontrarse con la región.

El pontífice, de origen estadounidense, destacó que guarda un profundo aprecio por el continente y que una eventual visita incluiría un lugar muy especial para la fe católica: la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México, uno de los santuarios marianos más importantes del mundo.

La mención del santuario guadalupano, transmitida también en video por medios vaticanos, despertó de inmediato entusiasmo entre fieles y autoridades eclesiásticas mexicanas.

Los países en la mira del Vaticano

Además de México, León XIV señaló que Uruguay, Argentina y Perú figuran entre los destinos sudamericanos que le gustaría visitar. Sin embargo, evitó precisar fechas o itinerarios.

La falta de detalles no sorprendió en el contexto del Jubileo 2025, un año litúrgico que mantiene la agenda del pontífice llena de actividades diarias, encuentros pastorales y celebraciones religiosas. La planificación de sus viajes, explicó, se realizará de manera gradual una vez concluido el año jubilar.

Desde el Cono Sur hasta los Andes peruanos, las conferencias episcopales reaccionaron expresando su expectativa de recibir al líder de la Iglesia católica, cuya figura ha tomado mayor protagonismo tras la muerte de Francisco en abril de 2025.

El significado de Guadalupe: un puente espiritual con México

La Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en el cerro del Tepeyac, es uno de los centros de peregrinación mariana más visitados del planeta. Cada diciembre recibe millones de fieles que acuden a venerar la imagen de la Virgen Morena.

La posible visita del papa León XIV a este santuario tendría un fuerte simbolismo pastoral, especialmente en un país donde la devoción guadalupana entrelaza identidad cultural y tradición religiosa. Será, también, un gesto de continuidad con la línea pastoral de Francisco, uno de los pontífices más cercanos a América Latina.

Los planes del pontífice para finales de 2025

Antes de mirar hacia América Latina, León XIV deberá completar su primer viaje apostólico internacional, programado del 27 de noviembre al 2 de diciembre de 2025.

El Vaticano confirmó que esta gira incluirá dos destinos:

1. Turquía: peregrinación histórica a Iznik

Viaje motivado por el 1,700 aniversario del Primer Concilio de Nicea, celebrado en 325.

El papa permanecerá en territorio turco hasta el 30 de noviembre.

La visita coincide con la conmemoración de San Andrés, hermano del apóstol Pedro, celebrada por iglesias católicas y ortodoxas.

2. Líbano: un compromiso heredado

Del 30 de noviembre al 2 de diciembre, el pontífice volará a Líbano, respondiendo a la invitación oficial entregada por el presidente Joseph Aoun en junio.
Se trata de una visita cargada de simbolismo, pues retoma un viaje que el papa Francisco deseaba realizar, pero que nunca pudo concretar debido a la inestabilidad política libanesa.

Una diplomacia pastoral en reconstrucción

El pontificado de León XIV, aún en su fase inicial, parece orientarse hacia una estrategia diplomática que combine reconciliación, presencia internacional y fortalecimiento del diálogo interreligioso.

Su intención de visitar América Latina en 2026 puede leerse como un gesto de sensibilidad pastoral hacia una región donde la Iglesia enfrenta desafíos complejos: migración, desigualdad, tensiones políticas y pérdida de feligresía en algunos países.
La visita a Guadalupe, en especial, podría convertirse en un acto de reafirmación espiritual y un puente emocional con millones de católicos que ven en ese santuario un símbolo de esperanza.

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